Especialista
dicta charla sobre ciencia política
Manuel
Alcántara, director del Instituto Interuniversitario
de Estudios de Iberoamérica y Portugal de
la Universidad de Salamanca.
“La
ciencia política es la actividad humana que
tiene como base la asignación de recursos”.
Esta es la premisa con la que Manuel Alcántara,
director del Instituto Interuniversitario de Estudios
de Iberoamérica y Portugal de la Universidad
de Salamanca, comenzó su conferencia Cuando
hablamos de Ciencia política, ¿De qué estamos
hablando?
Con un numeroso marco de público, en el que incluso
se contó a estudiantes del Instituto Humanidades,
el académico español expuso sobre la base
de un artículo de su autoría, aparecido
en la revista Sociología Mexicana, en el que abarca
aspectos de gobernabilidad, crisis y cambio.
Según Alcántara, en la política
radica la lealtad a una comunidad determinada. El objeto
básico de la ciencia política radica en
saber quién tiene el poder, siendo ésta
una buena herramienta para resguardar la mencionada premisa
de la asignación de recursos.
Pero la ciencia política -que tuvo su año
de despegue en 1945 tras la caída del eje Berlín
Roma Tokio- cuenta con un lastre que debilitó la
disciplina y es la falta de democracia. La ciencia política,
afirmó Alcántara, se desarrolla, crece
y se potencia en contextos democráticos.
Es
por esto último que, tras la caída de eje y
del fascismo, esta disciplina fue urdidora de nuevos
valores y se potenció como un área de estudio
para investigadores. Harold Laswell afirma, tras realizar
un programa de investigaciones, que la ciencia política
es avalorativa (salvo cuando existe militancia del cientista).
El proyecto de Laswell radicó -según Alcántara-
en sustituir el concepto de ciencias sociales por el
de ciencia política. Investigadores de las décadas
de 1940 y 1950 se caracterizaron por la búsqueda
de la cientificidad de la disciplina por medio de las
matemáticas. |