Una
propuesta para dar valor a
residuos de la industria minera
Investigadores
del departamento de Ingeniería Metalúrgica
están desarrollando un proyecto, apoyado por Fondef,
en el que se estudia separar los minerales contenidos
en la escorias de cobre de fundición para darles
un nuevo uso.
Anualmente
las fundiciones de cobre del país producen cerca
de 4 millones de toneladas de desechos, cuyo único
destino posible son los depósitos que se sitúan
cerca de las plantas. Hasta el momento, su reutilización
ha sido mínima, como base asfáltica en carreteras
y algunas experiencias de recuperación de cobre
(que se presenta en porcentajes mínimos) en lo
nacional, y la obtención de otros minerales, en
el plano internacional.
Un
grupo de investigadores del departamento de Metalurgia
se ha propuesto sacar mayor partido a este residuo, a
través del proyecto Fondef Obtención de
subproductos con valor comercial a partir de escorias
pirometalúrgicas provenientes de fundiciones de
concentrados de cobre de la gran minería en Chile.
La
semana pasada, en el marco del proyecto, se realizó
un taller de trabajo que reunió, en el auditorio
de la dirección de Investigación, a los
responsables de la iniciativa, directivos de las empresas
productoras de escoria de cobre (Chuquicamana, Potrerillos,
Caletones, Chagres, Enami), de las instituciones que podrían
convertirse en usuarias de los productos a recuperar (CMP
y Huachipato), y de las organizaciones patrocinadoras
(Cochilco y Sernageomin).
En
la oportunidad, los académicos del departamento
de Metalurgia expusieron las bases de la investigación
y las características del proyecto. Su director,
el académico Mario Sánchez, quien desde
hace años ha desarrollado la línea de la
producción limpia en la industria minera, explicó
que en la caracterización de distintos residuos
se ha encontrado 30 a 40% de sílice, que se usa
como fundente regulador de la temperatura en fundiciones;
hierro, 40 a 45%; cobre de 0.8 a 1% fierro; molibdeno,
uno de los productos de mayor valor comercial, de 0.3
a 0.4%, y metales preciosos como la plata, en razón
de 20 gramos por tonelada.
La
investigación considera liberar los componentes
de la escoria a través de la trituración,
tras lo cual se realizará una clasificación
de los minerales.
La
separación de los componentes será abordada
a través de operaciones gravitacionales, electroestáticas
o magnéticas (o una combinación de ellas).
Entre
las alternativas de uso de los minerales están,
en el caso del cobre, la lixiviación para ser retornado
a la fundición. El fierro se lleva a reducción
y puede ser vendido como concentrado, mientras que el
sílice, al ser concentrado, puede volver a la fundición.
Durante
el taller, también se constituyó de manera
oficial el directorio del proyecto.
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