Asofamech
avanza en certificación
de especialidades médicas
Intensas
fueron las conversaciones entre el gobierno y las distintas
organizaciones vinculadas a la medicina chilena tras conocerse
en julio- el nuevo proyecto de ley de autoridad
sanitaria, que crea una Superintendencia de Salud que
tendría, entre otras, la facultad de certificar
las competencias de los especialistas y subespecialistas
médicos.
Luego
de la arremetida por parte de la Academia de Medicina,
la Asociación de Facultades de Medicina (Asofamech),
la Asociación de Sociedades Científicas
Médicas, la Corporación Autónoma
de Certificación de Especialidades Médicas
(Conacem) y el Colegio Médico, se llegó
a acuerdo. En vez de dar esta responsabilidad a la nueva
Superintendencia de Salud, los ministerios de Salud y
Educación determinarán las entidades certificadoras,
que por reconocido prestigio deberían ser Conacem
y Asofamech.
Así
lo dio a conocer el presidente de Asofamech y decano de
la facultad de Medicina, Octavio Enríquez, quien
valoró la medida argumentando que no era posible
que la responsabilidad de certificar la especialidad de
un profesional quedara a cargo de un ente político
y no técnico.
Respecto al proyecto de ley sobre Aseguramiento de la
Calidad de la Educación Superior, los dos puntos
en conflicto también han sido relativamente
resueltos, agregó Enríquez. El proyecto,
que no consideró la formación de los especialistas
médicos en los procesos de acreditación
de los posgrados, contendrá ahora una indicación
que incluirá dichos programas.
A
su vez, la omisión de una normativa que regulara
la creación de nuevas carreras quedó zanjada
con una indicación que obligará a las carreras
de Medicina y Educación a acreditarse a partir
de su primer año de funcionamiento.
Para
Enríquez, el logro más importante de estas
negociaciones fue la vinculación de ambos proyectos
en beneficio de la formación profesional médica
y de la salud en general. Además, se aunaron criterios
con las facultades de Educación del país,
que también están preocupadas por la calidad
de la formación profesional de los docentes.
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