Rodolfo
Krauser Lubascher
Una
necesidad permanente de actualización
Nacido
en Temuco, egresó en 1968 del departamento de Ingeniería
Civil Química de nuestra casa de estudios. De apariencia
afable, casado, tres hijos y tres nietos, se describe
como una persona satisfecha de lo que ha conseguido y
asegura que no cambiaría nada de lo que ha vivido.
Hace
14 años que forma parte de la empresa Methanex
Chile donde, en este momento, ocupa el cargo de gerente
general en nuestro país y vicepresidente para Latinoamérica.
Este último puesto lo ostenta también para
la empresa Manufacturas Global.
Con
un hablar pausado y con clara muestra de satisfacción
señaló luego de mostrar su experiencia a
los nuevos profesionales en la titulación de la
facultad de Ingeniería que, esta invitación
me permitió sacar del archivo los recuerdos que
estaban un poco olvidados desde hace tiempo, argumentando
que sus años de estudiantes en la Universidad estuvieron
cargadas de enriquecedoras vivencias sociales y
aprendizajes, en todo sentido.
¿Qué
resalta de su vida?
Lo
que más rescato es la gente con la que me tocó
tener relación. Mis padres, profesores del colegio,
profesores de esta Universidad algunos ya fallecidos.
Tuve la gran alegría de ver a Roberto Melo, por
ejemplo, que fue un profesor siempre muy querido y en
lo que tiene que ver con la carrera de Ingeniería
Química, el profesor Melo siempre es mencionado
en todo lugar de Chile. Pololié en la Universidad
con María Cristina Porter y formé mi vida
con ella después, lo que me llevó a tener
la hermosa familia que disfruto día a día.
Si
me pidieran hacer un balance, a fin de cuentas, creo que
haría las mismas cosas otra vez.
¿El
hecho de haber sido alumno de esta Universidad de ayudó
de alguna manera especial?
La
formación sin duda que es elemental para el desarrollo
profesional. Yo creo que la Universidad de Concepción
tiene algo que las otras universidades no tienen. No lo
tengo tan definido pero creo que involucra un aspecto
humano, una visión de trabajo con los demás.
Este es un común denominador que comparten los
profesionales de esta Universidad. Esto es algo que he
observado en todos mis colegas egresados de esta casa
de estudios, tanto antiguos como nuevos. Tienen esa característica,
ese talento especial de saber vincularse, cierto grado
de modestia..., no sé como definirlo. Hay un vínculo
humano que no he visto en otras personas provenientes
de otras comunidades educacionales.
¿Cómo
cree Ud. que está el nivel de los profesionales
de la Universidad de Concepción?
Con
nosotros tenemos bastantes profesionales de acá,
lo que habla muy bien de ellos, debido al nivel de nuestra
empresa.
La demanda es que los cambios continuos de la sociedad
exigen profesionales conocedores de nuevas cosas y creo
que la Universidad de Concepción ha tenido la habilidad
de ir adecuándose a las necesidades nuevas y probablemente
lo hará de la misma manera con las futuras.
¿Qué
ve para el futuro?
Lo
principal es mejorar. Cuando uno no vive pensando de esa
manera, es por que ya ha decidido no vivir, así
que pienso siempre en trabajar en pos de eso. Si a mí
me preguntan que edad interior tengo, creo que ando en
los 20 y estoy llegando a los 60. Espero continuar con
el mismo grado de realización personal y profesional.
¿Qué
consejo le daría a los futuros ingenieros?
Fundamentalmente
es estar abierto y muy atento al cambio, ya que, lo único
constante en el universo es el cambio continuo. Esta situación
de cambio es un desafío que tenemos, que para superar
debemos desarrollar la habilidad de ir adaptándonos
al ritmo que éste tiene, en lo personal, en lo
emocional, en lo profesional, ya que si no lo hacemos
entramos en una etapa de decadencia. Estamos obligados
a ir adecuándonos a este cambio que se da por factores
tan diversos como el aumento del conocimiento humano,
que cada vez se perfecciona más, las respuestas
a los conocimientos que muchas veces se pueden dar o entender
como finales.
Felipe
Montero S.
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