El
9 de junio, con grandes esperanzas por parte del ministerio
de Educación y un cierto grado de escepticismo
de las universidades que conforman el Consejo de Rectores,
se dio comienzo a la campaña de reprogramación
de acuerdo a la Ley 19.848, destinada a recuperar las
deudas de los morosos del Crédito Solidario.
El
ministro de Educación, Sergio Bitar, en el lanzamiento
de la campaña, apeló a la solidaridad de
los deudores para permitir entregar crédito a los
nuevos estudiantes. Sin embargo, al cumplirse un mes del
plazo, que expira el 19 de agosto, la cifras no son los
esperados.
En
la Universidad de Concepción existía, al
30 de junio de 2002, un total de 7.265 morosos que podían
reprogramar su deuda y el monto total era de casi 21 mil
millones de pesos.
El
último cómputo señala que han manifestado
su intención de reprogramar un total de 846 personas,
que implica un 11,06% del universo.
De
ese grupo, 87 deudores cancelaron la deuda total, acogiéndose
al privilegio que otorga la ley de condonar los intereses
penales, por un monto de $ 93.811.691. Otro grupo de 96
deudores, se acogió a la reprogramación
pagando un 5% al contado y el resto en pagarés
exigibles a contar de 2004. El pie equivale a $ 23.108.104
y los pagarés a $ 369.950.910.
El
balance a la fecha señala que el total recuperado
es de $ 116.919.795 que es un 0,56% de los montos reprogramados.
En
este sentido, la Universidad tiene una tendencia levemente
superior al resto de las universidades, que sitúan
las manifestaciones en 9%. Del total de 132 mil deudores,
hay unas 12 mil personas que han manifestado su deseo
de reprogramar, cifras que demuestran que el valor de
la solidaridad está bastante ausente en los jóvenes
profesionales egresados de nuestras universidades.
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