Calidad, una aspiración constante

El decano de Humanidades y Arte, Eduardo Núñez, y el subdirector del doctorado en Lingüística, Jorge Osorio, reciben del Rector los documentos que certifican la acreditación.

“Hacer bien lo que tenemos que hacer bien”. Con estas palabras el director de Graduados, Jaime Millán, resumió la filosofía de base del quehacer en el posgrado, durante la presentación, el martes, de los 6 doctorados que obtuvieron una nueva certificación de calidad de la Comisión Nacional de Acreditación del Posgrado (Conap).

En el acto, en que los responsables de los 6 programas recibieron los documentos que certifican la reacreditación, Millán resaltó que la calidad debe constituirse en una aspiración constante. “La calidad en la educación se juega en el proceso más que en el producto. Cada cosa que hagamos la podemos hacer mejor y toda mejora, aunque parezca simple, es importante”, afirmó.

Los doctorados habían sido acreditados por 2 años en la primera convocatoria de la Conap, en 2000, y fueron presentados nuevamente al proceso, el año pasado, para avanzar en el compromiso universitario, definido en el Plan Estratégico, de alcanzar la certificación en todos sus programas.

En diciembre de 2002, la Conap otorgó la acreditación por 2 años a los doctorados en Literaturas Hispánicas y en Lingüística, y por 4 años al programa en Ingeniería Eléctrica. En el proceso se dio la acreditación plena (6 años) a los doctorados en Ciencias Biológicas, área de Biología Celular y Molecular; en Oceanografía y en Ingeniería Química.
Para mostrar la responsabilidad con que los posgrados han asumido el desafío de la calidad, se invitó al director del doctorado en Ingeniería Química, Diógenes Melo, a exponer sobre la forma en que se abordó la nueva evaluación.

Melo indicó que, en el primer proceso, el Departamento no quedó conforme con los resultados, porque no se condecían con su nivel en relación con sus pares en el país. Esto motivó a los académicos a hacer un profundo análisis de las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades, y definir medidas correctivas para las falencias detectadas por la Conap, tarea que fue reforzada con la aprobación de un proyecto Mecesup, en 2001.

El Departamento presentó un doctorado fortalecido en el segundo proceso, convirtiéndose así en el primer programa que ostenta la acreditación plena en el área de la ingeniería.