Versión para imprimir

Panorama en PDFEn PDF
Requiere Acrobat Reader

Contáctenos

 

Optimizado para Explorer 4 o superior y resolución de 600X485

nro 485   Jueves 19 de junio de 2003

PORTADA   • 
EDITORIAL  • 
TITULARES  • 
AGENDA   • 
lt.jpg (933 bytes) BUSCAR   • 
ANTERIORES   • 
EQUIPO   • 
CONTACTO  • 
 
 

 

 

 

 

  • PERSONAJES

Carlos Villagrán
En la Universidad tengo mis huellas

Carlos Villagrán Díaz, profesor de Filosofía de nuestra Universidad, cursó además la carrera de Sociología. Su desempeño profesional, no obstante, ha estado ligado, en Chile como en el extranjero, con el ámbito de la comunicación.

El es director de la carrera de Comunicación Organizacional en la Universidad Mayor; ex director de la carrera de Periodismo de otra universidad privada y ex profesor titular del Centro de Estudios de la Comunicación de la Universidad Nacional Autónoma de México, país donde vivió diecisiete años.

Casado con la periodista Alicia Gordon Strasser, a la que conoció en la Casa del Deporte, mientras él practicaba judo y ella campeonaba en tenis de mesa, tienen dos hijas y una nieta, una de las cuales optó por el cine como profesión.

Pese a ser santiaguino, su padre quiso que estudiara en la Universidad de Concepción. El es un abogado, hoy de 90 años, tenía lazos familiares con el plantel, puesto que su hermano Gustavo Villagrán Cabrera, era entonces integrante del Directorio.

-¿Cuál fue su vocación primera?

- Entré a Bioquímica y para mi honor aprobé el primer año, pero desde allí partí a Filosofía. Ahí me hallé, como se dice en México. Pero el momento político pasaba por Sociología como algo más concreto ligado al proceso de cambios del país. En tercero de filosofía empecé también a estudiar Sociología.

-¿Data de entonces su definición política?

-Exactamente. Me definí y me comprometí con la política, porque además el ambiente era propicio. Cuando estudiaba Sociología, mi tía Isolde Manquilef, historiadora y académica de la Universidad, era directora de Sociología, tiempos en que se generó una nueva tendencia en el estudio, un gran compromiso político de los estudiantes y para ella fue complicado en muchos instantes.

¿Cuándo y cómo se inserta en el mundo laboral?

Trabajé en el Consejo de Difusión Universitaria, a cargo de Gonzalo Rojas. Llegué a ser coordinador de las actividades académicas del CDU. También hice clases, todo lo cual terminó en 1973.

-¿Su exilio fue provechoso en términos profesionales, de perfeccionamiento?

Tras partir a Ciudad de México, con nuestra primera hija ya nacida, optamos por estudiar porque nos dimos cuenta que había un espacio para que eso sucediera. En la UNAM me incorporé al Centro de Estudios de la Comunicación e hice una maestría en Estudios Latinoamericanos, donde tuve grandes e importantes profesores. Las primeras clases que di fueron en el área comunicación y periodismo Enajenación y Comunicación; una mezcla perfecta de mis dos intereses, la filosofía y la sociología. En México escribí artículos, columnas y libros, entre ellos Ideología en sus textos, con tres tomos. Dirigí al menos 170 tesis, todas las cuales fueron publicadas. La UNAM es una ciudad, con sus 350.000 alumnos y con un presupuesto alucinante que en algún momento llegó a ser de 1 millón de dólares diarios, donde hay una apertura y total libertad para ingresar. No ponen requisitos y es gratuita. En materia de docencia todo lo que es dable imaginar allí está, por ejemplo regresé a Chile con 7.000 libros para mi biblioteca particular.

-¿Cómo se siente dirigiendo una carrera nueva en una universidad privada?

-Observando las diferencias notables que en Chile se dan entre las universidades públicas y privadas. Estas últimas actúan más bien como un colegio y si bien hacen un aporte en masificar la educación en ese nivel, se observa una merma brutal en la calidad. Mi llegada a la Universidad Mayor tiene que ver con el proyecto de Mónica Herrera, otra ex alumna de Concepción, y su Escuela de Comunicaciones que se inserta en la facultad de Comunicaciones con dos carreras, por una parte Publicidad, y por el otro Comunicación Organizacional, cuyo proyecto me encarga realizarlo y dirigirlo.

¿En qué consiste la comunicación organizacional?

-Es una tendencia que se da, especialmente en Europa, en torno a que la comunicación interna de las organizaciones, de las empresas tienden a ser cada vez más sólidas. Planteamos que la comunicación interna no es nada desdeñable. Por el contrario es la célula del tejido organizacional. Hay una tendencia histórica en tal sentido y estoy convencido de que hay un futuro prometedor para los alumnos que se han interesado mucho en el tema.

Mónica Silva Andrade

Panorama en Internet  ®     

   volver al inicio de página

[Portada]
[Editorial] [Titulares] [Agenda]
[Buscar] [Anteriores] [Equipo] [Contacto]

Universidad de Concepción

® Universidad de Concepción
Dirección de Relaciones Institucionales
Oficina de Comunicaciones