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                       Luego 
                        del fin de semana largo, la discusión sobre el 
                        futuro de las universidades públicas volvió 
                        a colocarse en el tapete. 
                      Para 
                        ayer estaba fijado el encuentro de la Comisión 
                        Político-Técnica del Consejo de Rectores 
                        con el ministro de Educación Sergio Bitar, en el 
                        cual se abordarían temas como el financiamiento 
                        de la Educación Superior, la reforma de la Ley 
                        Orgánica Constitucional de Educación, LOCE; 
                        los problemas derivados de la acreditación y la 
                        relación entre una educación -sea pública 
                        o privada sin fines de lucro- y las inversiones extranjeras 
                        en el sector. 
                      La 
                        vicepresidencia del Consejo de Rectores ha estimulado 
                        el diálogo con las partes, sosteniendo reuniones 
                        por separado con los dirigentes de los alumnos agrupados 
                        en la Confech y con las autoridades gubernamentales, en 
                        el convencimiento que los acuerdos sólo pueden 
                        ser fruto de la negociación entre todos los involucrados. 
                      También 
                        se ha respaldado las demandas de los estudiantes, sin 
                        embargo se ha hecho presente que ellas deben canalizarse 
                        a través de los mecanismos normales.  
                      Algunos 
                        sectores han entendido que los espacios ganados al recuperar 
                        la Democracia, entre ellos el derecho a disentir y a protestar, 
                        son únicos y excluyentes.  
                      Es 
                        necesario tener presente que el derecho a protestar limita 
                        con los derechos de las otras personas; que debe resguardarse 
                        el patrimonio público, y que no corresponde dañar 
                        los bienes de uso común.  
                      El 
                        derecho a disentir no implica violencia, es una forma 
                        de hacer uso de la libertad de expresión y son 
                        los actuales universitarios, futuros profesionales, quienes 
                        deben dar ejemplo de pasión en sus puntos de vista 
                        y respeto en las acciones.  
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