Chile, paraíso de la industria minera
La
Ley 600, impulsada para promover la inversión extranjera,
ha convertido a Chile en el mejor lugar para montar negocios
mineros de alta rentabilidad y escasa tributación.
Esta es la conclusión que se puede extraer de la
conferencia Royalty a la empresa minera que el diputado
y miembro de la Comisión de Minería y Energía
de la Cámara Baja, Carlos Vilches, ofreció
el viernes en el auditorio Salvador Gálvez, respondiendo
a una invitación conjunta del departamento de Ingeniería
Metalúrgica y el Instituto de Ingenieros de Minas
de Chile.
Vilches
explicó que a través de la Ley 600, las
empresas han obtenido incentivos como la depreciación
acelerada de bienes (con un fuerte impacto en las utilidades
por reducción de patrimonio), gastos de endeudamiento
con personas relacionadas, servicio de deuda a inversionistas
que significan el retiro de capitales (a los que se les
aplica un impuesto de 4%, 29 puntos menor al que señala
la ley tributaria) y la fijación arbitraria de
precios por servicios de transferencia (que se cancelan
a sí mismas), entre otros.
La
empresas también cuentan con el beneficio de aplazar
el pago de impuestos a 7 años después del
inicio del negocio, una figura que -según Vilches-
ha permitido a algunas empresas iniciar nuevas etapas
de inversiones evitando la tributación en hasta
20 años. A esto se suma el hecho de que al momento
de tributar se encuentran con un impuesto a la rentabilidad
con tasas muy por debajo a las de otros países
y la inexistencia de barreras de entrada para la instalación
de proyectos de explotación.
Según
los datos aportados por el parlamentario, las empresas
privadas concentran el 60% de la producción de
cobre del país y aportan en promedio anual 68 millones
de dólares al fisco, en contraste con los 76 millones
de las mineras estatales. Si estas cifras se situaran
en producciones equivalentes, dijo, los privados deberían
entregar 20 millones de dólares más al Estado.
Vilches
realizó un análisis de costos de producción
e hizo estimaciones de las rentabilidades de las empresas
a partir de las proyecciones precios del cobre en el mercado
internacional y afirmó que de acuerdo a las inversiones
programadas para los próximos 7 años, Chile
alcanzará a partir del 2006 ventas por 10 mil millones
de dólares. La aplicación de un royalty
del 1% sobre las ventas, significaría para el país
contar con 100 millones de dólares para promover
el desarrollo social y la investigación, concluyó.
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