Alexi
Ponce
El
deporte también acude al sicólogo
Entre
1987 y 1992 estudió sicología en la Universidad
de Concepción a la que sigue vinculado a través
del equipo de fútbol profesional que compite en
el torneo nacional.
Alexi
Ponce Hernández, 34 años, trabaja en la
Unidad de Psicología del Centro de Alto Rendimiento,
CAR, en Santiago, asesorando a seleccionadoas nacionales
con figuración sudamericana, panamericana y mundial.
El
año pasado acompañó a la delegación
que compitió en Brasil en los Juegos Odesur y ahora
prepara a los deportistas que asistirán a los próximos
Juegos Panamericanos.
En
el CAR lleva dos años, antes cursó estudios
en sicología del Deporte en la Universidad Nacional
de Educación a Distancia de España y actualmente
prepara su tesis para obtener el doctorado en sicología
en la Universidad Complutense de Madrid.
-
No es común que un sicólogo de la Universidad
de Concepción se especialice en deporte, ¿Por
qué usted sí lo hizo?
Siempre
me gustó el deporte y siempre lo practiqué.
En los años que estuve en la Universidad logramos
tener alguna actividad deportiva en básquetbol
y en fútbol, lamentablemente no éramos muy
buenos, nunca ganamos ningún partido, incluso siempre
apostaban por cuánto nos ganaban. La idea en ese
momento era practicar fútbol y eso me llevó
a descubrir en un congreso el año 1989 en Argentina
esto de la sicología del deporte que ligaba mis
dos pasiones. Desde ahí me propuse desarrollar
esta área.
-
¿Hoy sigue ligado a la Universidad?
Sí,
hago una asesoría al equipo de fútbol que
está en Primera División. Mi incorporación
fue a finales del año pasado y de ahí ha
continuado durante la pretemporada y durante cada uno
de los partidos que se han disputado.
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¿De qué manera cree que influyó su
participación en esa parte final del torneo de
ascenso?
Siento
que fue un aporte más simbólico que técnico,
que contribuyó a focalizar el objetivo; era darle
una manito, simplemente, porque no hubo la posibilidad
de trabajar mucho tiempo, en ese sentido fue un aporte
muy puntual y tal vez mínimo comparado con lo que
uno podría hacer con una planificación a
más largo plazo.
-
Ahora la situación es distinta, es posible una
planificación. ¿Cuáles son los objetivos?
Tratar
de ir regulando el trabajo sicológico, que ellos
se empapen de lo que la Universidad persigue como objetivo
deportivo y que sean capaces de entender a quien están
representando, que detrás hay todo un concepto
de universidad, de persona, de desarrollo, de deportividad.
-
¿Cómo ha sido la respuesta del plantel hacia
su trabajo?
En
general ha sido buena, para ser algo novedoso. Muchos
de ellos no conocen el trabajo del sicólogo, algunos
todavía lo miran de lejos, otros derechamente con
mucha cercanía y deseo de encontrar herramientas
que les permitan rendir bien en el aspecto deportivo.
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Usted además asesora al CAR, ¿cuál
es su tarea?
El
trabajo apunta a entregarles las herramientas que ellos
(los deportistas) necesitan desde el punto de vista sicológico
para que cuando se enfrenten a situaciones de alta exigencia
y alto estrés deportivo sean capaces de manejarlo
adecuadamente y rendir de acuerdo a lo que han conseguido
en su entrenamiento, en su preparación previa.
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Cuando usted cumplía su primer año en el
CAR el pesista Alexis Nahuelquén fue encontrado
muerto en la piscina, ¿Cómo vivió
ese episodio?
Fue
un momento muy duro porque se especularon muchas cosas.
En un principio no se sabía bien lo que había
pasado y entre los deportistas del hotel (del CAR) también
se generó una sensación muy extraña
y muy ambigua. Fue algo que impactó mucho sicológicamente
a todos y hubo que superarlo con mucha calma.
Erwin
Acevedo Ibáñez
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