Una nueva instancia de trabajo conjunta e integrada

Visiblemente satisfecho, Utz recorrió la historia de las áreas que conforman la Facultad, “que supone en su seno un matrimonio: la unión con otra disciplina afín, la geografía, con quienes arquitectura establece a partir de ahora una promisoria oferta”.

Los arquitectos, urbanistas y geógrafos son profesionales humanistas, agregó, que laboran sobre el espacio a partir de distintas escalas y enfoques. Sus esfuerzos se unen en tanto entienden el desarrollo como la búsqueda por mejorar la calidad de vida de los habitantes. “Por eso queremos que este matrimonio no sea con separación de bienes, sino más bien una instancia de trabajo conjunta e integrada que ofrezca al país y a la región una propuesta innovadora”.

Más allá de ocupar un lugar en el organigrama, esta Facultad constituye una apuesta y un aporte, expresó, ya que “le interesa plantearse con una visión amplia, que vaya más allá de la arquitectura neta y el diseño urbano; que avance a lo territorial y a lo ambiental, hasta las ciencias geográficas, pasando por el urbanismo. Concibe al ser humano como centro de su preocupación y a éste, inmerso en un espacio territorial y urbano que se necesita conocer y modificar”.

En ese contexto, ya se vislumbran nuevos desafíos, que requieren el compromiso de todos, afirmó. El departamento de Arquitectura deberá abocarse al estudio de la nueva malla curricular de la carrera; para Urbanismo se abren oportunidades para crear postítulos en el área, y Geografía emprenderá la urgente tarea de formar una nueva carrera.
Utz finalizó sus palabras dando a conocer las nuevas y remodeladas instalaciones físicas, oficinas y equipamiento que permitirán enfrentar los desafíos y compromisos asumidos.