Los
sueños de Opazo en Concepción
El
óleo sobre tela La morada del Silencio abre las
puertas de la exposición del premio nacional de
Arte 2001, Rodolfo Opazo, especialmente preparada para
la Escuela de Verano 2003.
Nueve
obras en óleo sobre tela y otras tantas en papel
y lápiz muestran las famosas figuras blancas del
autor, en las que -como él mismo señala-
el uso de la pintura como lenguaje las transforma
en carne blanca. No sin razón, se indica
en el catálogo, que las figuras de Opazo sean
fantasmas, ángeles o cuasihumanos- sueñan
lo que acontece en el cuadro, o bien son ensoñadas
por alguien que está fuera de él -el pintor-
entonces tenemos una situación onírica que
se instala en todas las obras de este autor.
El
predominio del color
Rojos,
azules, amarillos dan vida a la obra de Jorge Labarca
que se expone en la Pinacoteca con el título Re-tratándose.
En
la presentación de la exposición se señala
que el color, el espacio y la luz son los protagonistas
absolutos de esta pintura; pintura, pintura-pura,
pintura libre, libre de toda asociación figurativa.
Finalmente,
para mirar la exposición hay que abrirse y dejar
que el color lo diga todo.
Lo
que somos
Escultura
de Francisco Gacitúa, poesía de Pérez
de Arce componen esta muestra que se exhibe en la Pinacoteca
y que forma parte de las exhibiciones de la Escuela de
Verano.
Una experiencia muiltidisciplinaria que permite una nueva
forma de acercamiento al arte.
Homenaje
a primer director del Coro
Un
encuentro de amistad compartieron los integrantes del
Coro con el primer director Heles Contreras. Contreras
comenzó dirigiendo el Coro de Inglés, que
luego se transformó en el Coro Universidad de Concepción.
Actualmente se encuentra en la Universidad dictando un
seminario para el magíster en Lingüística
sobre el estado actual de la gramática generativa
y transformacional.
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