Tácito y la historiografía romana
El
encargado de Extensión del departamento de Historia, Alejandro
Bancalari, junto a la expositora María Antonieta Giua,
durante la conferencia.
Entre
las actividades de extensión que organiza el departamento
de Ciencias Históricas y Sociales figura la conferencia
Tácito y la historiografía romana, dictada por la profesora
María Antonietta Giua.
La
profesora Giua realiza clases de Historia Romana en la
Universidad de Florencia, cuenta con publicaciones internacionales
en este tema y varias investigaciones sobre la Historiografía
Romana, La Tardía República e Historiografía del Alto
Imperio.
La
historiografía romana, según Giua, nace en el último tercio
del siglo III a.C. De hecho, la primera obra histórica
completa latina, por así decirlo, se remonta a los Orígenes
de Catón, donde la historia de Roma se ve reflejada a
través de una prosa cortada y simple a la que daba marco
el lenguaje jurídico, religioso y legal existente en la
época.
Tácito,
miembro de la clase senatorial dirigente y buen conocedor
de la retórica, hombre que había recorrido con éxito el
cursus honorum, coronándolo con el desempeño de los cargos
de pretor (año 88) y de cónsul (año 97). Su experiencia
del tiránico reinado de Domiciano (81-96) le indujo a
escribir sobre la difícil y penosa supervivencia en la
vida pública bajo el mandato de semejante emperador en
la introducción de una de sus primeras obras: Vida de
Agrícola. Esta visión fatalista y amarga marcaría de manera
determinante el resto de su obra. A pesar de ello, se
hizo famoso en vida y gozó de la amistad de insignes colegas
como Plinio el Joven.
De
modo parecido a su predecesor y modelo, Salustio, también
organizó su vida y su obra en dos fases principales. Hasta
los 40 años su vida fue la normal de un orador y abogado,
pero después siguió el período de actividad pública, el
período de trabajo literario; en su obra, a las tres monografías
preparatorias siguieron los dos grandes relatos históricos.
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