Hernán Fernández
Experto en derecho de menores
Las
últimas semanas, el abogado Hernán Fernández Rojas (40),abogado
de la Universidad de Concepción, ha estado expuesto a
gran una exposición mediática, por motivos no de los más
felices: el abuso sexual en menores. Su trayectoria y
experiencia dedicado al tema lo ha convertido en un referente
obligado para periodistas, jueces, legisladores y otros
especialistas.
Asesoró
el impactante programa de Canal 13 que mostró el crudo
rostro de la pornografía infantil. Ha colaborado en variadas
iniciativas legales, entre ellas el proyecto de ley que
facilita las denuncias en caso de atentados sexuales contra
menores y que permite mejorar la investigación, así como
la que aumenta las penas, el cual tiene trámite de urgencia.
Viaja de manera permanente al Congreso Nacional en Valparaíso
y desde hace seis años a Talca y Parral. Es abogado de
once jóvenes en una querella por abusos sexuales contra
Paul Schaffer, el controvertido líder de la Colonia Dignidad.
Los afectados fueron residentes en el enclave.
-¿Cómo
es que se convierte en un especialista en este tema?
-Como
alumno y una vez egresado me interesé por investigar,
estudiar y examinar expedientes por maltrato infantil.
Comprobé que muchos procesos permanecían archivados, mientras
que las víctimas, en su gran mayoría, no habían recibido
auxilio oportuno. Reflexioné sobre aquello que los niños
no tienen representantes en el proceso judicial, que las
madres suelen ser víctimas igual que los niños de la violencia,
en definitiva una serie de problemas que me parecieron
esencial que alguien se preocupara.
¿Los
juzgados de menores sirven?
Tienen
muchas limitaciones, su conformación data de 1967, y la
preocupación principal es para los niños abandonados y
pobres, infractores de la ley. En cambio el maltrato y
el abuso sexual es un problema hasta hace algunos años
invisible, que se producía en un espacio muy cerrado,
para los efectos legales, privado como es la familia.
El derecho de infancia tenía un enfoque tradicional y
yo sentía que eso debería cambiar y tender a una mayor
integración de campos o ámbitos relacionados, tenía la
convicción que era necesario aportar más al desarrollo
del derecho de menores que no es un derecho secundario
o accesorio del derecho procesal o penal.
-En
los juicios los niños aparecen muy indefensos...
-El
daño que provoca el abuso sexual es irreparable, los niños
desde el punto de vista civil son incapaces, muchos no
se reconocen maltratados y temen denunciar los abusos
sexuales, son incluso leales a quienes los agreden, entonces
estamos frente a un desafío mayor y más complejo.
-¿Por
qué fue a estudiar a la Universidad de Concepción?
-Mi
familia es de Los Angeles, así que me quedaba muy cerca.
La experiencia de llegar a estudiar a la Universidad en
mi caso fue determinante. En mi caso compartí no sólo
con mis compañeros de curso, sino que con gente del ámbito
de la sociología, el trabajo social, la antropología,
lo que hace que mi actividad se nutra de otras profesiones
y en el caso específico que nos preocupa: el maltrato
y el abuso sexual es fundamental ese enfoque.
-¿Cuál
fue la impronta que le dejó su paso por la U?
-La
U me ayudó a tener conciencia crítica y a descubrir la
importancia para el abogado del estudio empírico, de aquello
que acontece con la realidad. El derecho analiza la norma
legal, pero si ésta da cuenta del impacto que se produce
en los destinatarios, es decir da cuenta del estudio empírico
del derecho, las leyes serán mejores. A no dudarlo. Precisamente
la ley que modifica el Código Penal en materia de delitos
sexuales corregirá los errores de la ley de hace cuatro
años, en que el tiempo nos ha dado la razón frente a quienes
entonces alegamos por lo que ahora se está planteando.
-
Hábleme
de su carrera ¿cómo la ejerce?
-Trabajé
primero en Concepción. Desde 1992 al 2000 estuve en el
Sename participando en la conformación de un programa
piloto de atención al niño víctima de abuso. Me dedico
al ejercicio libre de la profesión, especialmente en el
ámbito de lo penal y represento a muchas mujeres maltratadas,
por ejemplo. Asesoro a fundaciones e instituciones preocupadas
de este problema. Si me pregunta por mi futuro, me gustaría
ser fiscal público.
Mónica
Silva Andrade
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