Julio Bañados
“Encontrar la armonía de la vida es lo más importante”
Hombre
de trabajo, tesón y constancia, preocupado por el bienestar
de los trabajadores de su empresa, Julio Bañados Muñoz
entró a la Escuela de Economía en 1970, un año antes había
comenzado su vida laboral en la refinería de petróleo,
como operador de planta. Simultáneamente cumplió con su
trabajo y estudió Ingeniería Comercial en nuestra casa
de estudios.
Formó
su familia a los 35 años. Sus tres hijos y su señora,
refugios fundamentales, le entregan armonía para lograr
una buena gestión en su empresa. “Si uno tiene armonía
en la vida familiar, es más fácil entregar lo mejor de
uno en el trabajo”. Ha cumplido más de treinta años trabajando
en la refinería donde, desde 1999, se desempeña como gerente
general, no sin antes haber pasado por diferentes cargos
administrativos. A la Universidad siempre la ha tenido
cerca, sobre todo en su labor como cabeza de una de las
empresas más importantes del país. “Es importante que
el vínculo entre ambos no se pierda, la Universidad es
necesaria para nosotros”.
“La
felicidad es muy importante en la vida de toda persona,
pienso que no está bien el que busca encontrarla en algún
objeto. La vida hay que disfrutarla momento a momento:
una sonrisa de tus hijos, un beso de tu señora, son los
detalles que le brindan felicidad en nuestra vida”
-¿Cómo conjugó el estudiar y trabajar al mismo tiempo?
- Me demoré un poco más en terminar mi carrera, porque
como trabajaba no podía tener la misma carga académica
que el resto de mis compañeros. La mayoría de ellos me
ayudaron prestándome apuntes con las materias de los ramos
a los que no podía asistir, por tener que cumplir con
mis turnos de trabajo. Mis compañeros siempre fueron muy
solidarios.
-
Entonces fue sacrificado cumplir con la Universidad y
con la empresa al mismo tiempo...
-
Lo más difícil para mí era cuando tenía que trasnochar,
si me tocaba trabajar en el turno de la noche (de ocho
de la noche a ocho de la mañana) de ahí me iba a clases,
y siempre llegaba tarde a esa hora. Lo que pasa es que
yo no soy bueno para trasnochar, a las 11 de la noche
ya estoy durmiendo. Eso era lo más difícil, pasar la noche
en vela y al día siguiente, sin descansar casi nada, ir
a estudiar. Cuando me tocaba el turno de la mañana no
había problema porque podía ir toda la tarde a la Universidad.
-
Después de haber pasado tanto tiempo trabajando en la
empresa, ¿qué sentimientos le reserva?
-
Para mí es muy importante que dentro de la empresa exista
armonía, tanto en la vida familiar como en la vida laboral.
Me preocupa el bienestar de los trabajadores, yo soy uno
de ellos, durante todo el tiempo que he trabajado aquí
he buscado encontrar armonía, por que sé que cuando uno
la logra puede desempeñarse en lo que sea, y lo que se
haga se hará bien.
-¿Cómo es su relación con el personal de Petrox?
-
Tengo mucho cariño por las personas que trabajan aquí,
y siempre he tenido por meta crear un clima laboral que
sea favorable con todos los trabajadores. La base para
que una empresa como esta funcione bien, es que los actores
se encuentren bien, de ahí que mi idea de armonía es tan
importante, cuando hay tranquilidad en el ámbito familiar,
o personal, en el ámbito laboral existe una mayor productividad
y mejor ánimo de realizar nuestro trabajo. Esto no sólo
debe ocurrir dentro de la empresa sino que fuera de ella
también, ya que las relaciones que creamos con nuestro
entorno son muy importantes, por ejemplo, aquí nos reunimos
con los vecinos del sector para conocer sus inquietudes,
sabemos que existe una preocupación por el ambiente, sobre
todo de quienes conviven con nosotros, tanto dentro como
fuera de la empresa.
-¿Cuál
es su idea de trabajo?
-
Pienso que el trabajo debe causarnos gusto, no representar
una carga, uno tiene que trabajar en lo que se siente
bien, ésa es la única manera de disfrutar la vida. Ojalá
todos fuéramos como el artista que está feliz con su pintura,
aunque no se haga millonario con ella, pero nada ni nadie
le podrá quitar nunca el orgullo de haberla pintado. Eso
es lo que pienso, que el trabajo dignifica.
Karina Fuentes Riffo
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