Indispensable
para fortalecer el desarrollo del país, el crecimiento
económico y una distribución más equitativa del bienestar
es el desarrollo de la educación a distancia. Numerosos
especialistas señalan la necesidad de reflexionar, aprender
y comparar, ante los nuevos desafíos que el país tiene
que enfrentar. Proyectando la educación a distancia para
las próximas décadas, se estima que esta modalidad será
una forma completamente extendida y universal de acceso
a oportunidades de aprendizaje.
Frente a las proyecciones de Chile ante la nueva educación,
los datos empíricos demuestran que el país tiene un avance
importante en cuanto al desarrollo de su infraestructura,
sobre todo a nivel escolar. En materia de educación a
distancia, existen países dentro de la región, como México,
que han tenido mayor tiempo en el desarrollo de esta modalidad.
Está claro que hay países europeos que han logrado grados
de avance significativos en la materia.
Algunos
conceptos que están presentes en la discusión son la influencia
de la globalización; la necesidad de entregar contenidos
en módulos y de forma flexible que rompan la separación
que muchas veces ha existido entre el mundo de la educación
y el productivo, de modo que se generen condiciones que
favorezcan la convivencia entre educación y trabajo.
La
educación continua se entiende como procesos de aprendizaje
ligados a la vida personal, por lo que abarca acciones
intencionales e informales, señalándose que ambos tipos
de formación merecen reconocimiento, sobre todo cuando
son certificados.
En
la práctica, el camino se está comenzando a recorrer a
nivel mundial y en nuestra Universidad el programa de
Educación a Distancia ha mostrado un crecimiento continuo.
En el futuro, serán las actuales generaciones de alumnos
de enseñanza básica quienes podrán sacar los mejores frutos.
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