Las ciencias políticas frente al cambio

Luis Guastavino es uno de los principales impulsores del programa Universidad-gobiernos regionales.

Inherentes a la vida y a la historia de la humanidad, los cambios son procesos naturales que han exigido a los pueblos adaptarse para no sucumbir. En otros tiempos de la historia, estas transiciones eran más lentas y permitían su asimilación; hoy el cambio no deja respiro y los responsables de adaptar a la sociedad a esas continuas transformaciones son los administradores públicos, estudiosos de las ciencias políticas.

Esta fue la propuesta que presentó el encargado nacional del programa Universidad-gobiernos regionales, Luis Guastavino Córdoba, durante la conferencia inaugural del año académico de la carrera de Ciencias Políticas, titulada Las ciencias políticas antes una realidad de transición, que se llevó a cabo el miércoles 12 en el auditorio de la facultad de Ciencias Jurídicas y Administrativas.

Con una calidez propia de la docencia por vocación, Guastavino invitó a los estudiantes a reflexionar en torno al origen y evolución de las ciencias políticas, disciplina surgida por la necesidad de estructurar y organizar la polis, llamada ahora, ciudad- estado.

A través de la historia, explicó, han sido muchos los sistemas sociales, políticos, religiosos y culturales que han debido enfrentar cambios, cada vez más acelerados. Estos también han transformado la administración y constitución de los estados, que luego de dos guerras mundiales el siglo pasado, vieron surgir una nueva estructura política: el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

“El mundo es una gran navegación que entró en turbulencia y hay que aprender a vivir así. Administrar en esta realidad es un gran desafío para ustedes”, subrayó. Además de esta realidad mundial en la que Chile debe insertarse, el país necesita una revolución profunda, que aún no es asumida por completo, concluyó.

El tradicional centralismo debe dar paso a una verdadera regionalización y para ello se necesitan personas con capacidad gobernante y administrativa en las regiones, profesionales de la administración pública que deben guiar un gobierno regional que fomente la identidad local, la cultura y la educación, factores que permitirán mejorar la calidad de vida y equilibrar crecimiento y desarrollo.