Novela indígena y procesos de identidad son
analizados por posgrados en Literatura
Para
el sociólogo peruano radicado en Estados Unidos, Braulio
Muñoz, en la literatura hay un acercamiento a lo que
somos, "un juzgamiento a las pretensiones de quienes
detentan el poder".
Periodismo,
filosofía, sociología y literatura han sido algunas de
las áreas en las que ha incursionado Braulio Muñoz, académico
de Swarthmore College, Pennsylvania, Estados Unidos, quien
fue invitado por la dirección de los posgrados en Literatura
para dictar dos seminarios y una conferencia a los alumnos
del magister y del doctorado en la especialidad.
Su
relación con la Universidad comenzó hace cinco años cuando
en Temuco se publicó una traducción al español (todos
sus trabajos académicos los escribe en inglés) de Huairapamushkas
o Hijos del viento, libro fundamental para el nuevo movimiento
indigenista de América Latina.
El
traductor de esta obra fue Jorge Pino quien conoció a
Gilberto Triviños, director de los posgrados en Literatura
de la facultad de Humanidades y Arte, quien conocía los
trabajos de Braulio Muñoz acerca de la obra de César Vallejo,
y se mostró interesado en traerlo a Concepción.
Uno
de los seminarios que está dictando es Vallejo y Arguedas.
Del segundo, señala, tiene un conocimiento personal y
profesional; de Vallejo, dice que si se habla de la identidad
peruana es imposible no aludir al autor de Los heraldos
negros: “representa la piedra fundamental de la identidad
latinoamericana. Yo me he acercado a estos temas de un
modo muy interdisciplinario; cuando uno se acerca a entender
aspectos culturales desde puntos de vista interdisciplinarios,
eso no ayuda a la comprensión de la identidad”.
El
segundo seminario era sobre Novela indigenista que, a
juicio de Braulio Muñoz, casi no se escribe. “Lo que sí
hay es literatura del nuevo indigenismo que incluye poesía,
trabajo de testimonio, cuentos cortos y ensayos”.
A
juicio del académico, desde Chile a Estados Unidos hay
un rescate de la cultura autóctona y un acercamiento más
complejo a las etnias que generalmente han sido dejadas
de lado. “Al medio estamos los mestizos y eso me parece
interesante porque es algo que siempre nos hemos negado.
América Latina es un continente mestizo. La recuperación
de las culturas indígenas no pasa sólo por ayudar a los
pueblos reprimidos, también es necesaria para que los
mestizos nos reconciliemos con nuestra identidad”.
En
ese sentido se refiere a los procesos de globalización
que, dice, amenazan con destruir las distintas culturas
de nuestras raíces. Por 500 años, dice, hemos sido plurales
y, para que podamos desarrollarnos como individuos necesitamos
de las culturas locales y no de una cultura mundial que
produce desarraigo. “Los latinoamericanos debemos vernos
como somos: mestizos con 500 años de experiencia distinta
a la europea. Son años de pobrezas, de violencia, pero
también han sido años gloriosos”.
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