Ciencia y tecnología, un factor de identidad

Pero hacer ciencia y tecnología no sólo tiene trascendencia desde el punto de vista del impacto que de sus resultados se pueda obtener. “Tenemos que crecer (en ciencia y tecnología) porque al estar sentado con gente capacitada en las mesas donde se conversa el mundo, a través de ciertos tópicos, es (este conocimiento) lo que da identidad al país”.

Si no hay una visión propia del mundo, una posición a partir de la identidad, de poco sirven internet y la globalización, porque –aseguró- los países se transforman en meros consumidores de información y citó, en términos prácticos, las implicancias que tendrá para Chile la reciente firma del tratado de libre comercio con la Unión Europea. “Cómo nos vamos a sentar en la mesa, en el ámbito científico y tecnológico, cuando los índice de las áreas en que nuestro país tiene alguna calidad se miden con los dedos de una mano...¿cómo podemos entonces aumentar el número de especialistas en diferentes áreas y, a la vez, profundizar en alguna de ellas?”.

Para responder a esta interrogante, el científico afirmó que así como Chile se ha hecho conocido mundialmente en la poesía a través de nombres como el de Neruda, también ha habido hombres destacados en la ciencia, como Francisco Varela, que ha alcanzado renombre en el campo de las ciencias cognitivas y la neurofisiología.

“Es así como se va abriendo la cancha, es así como ponemos ideas y participamos”, dijo. Pero, a su juicio, antes de llegar a este reconocimiento, es vital partir por crear conocimiento. Así los países y sus gentes “se engrandecen porque se van haciendo un poquito más sabio”. El hecho de generar conocimiento –puntualizó- permite una mejor comprensión entre los hombres y les ayuda a entender mejor a la sociedad, el país y el mundo.