V Salón Sur
Proyectando el quehacer artístico local y nacional
El
logo del concurso, diseñado por Domingo Baño.
Concepción
se transformará, por un par de meses, en el centro de
la plástica nacional gracias a la realización del V Salón
Sur Nacional de Arte en Pintura y Grabado, único concurso
en Chile con temática libre.
El certamen fue presentado oficialmente la semana pasada
y en esta versión se espera que participen más de mil
artistas de todo el país. En la ceremonia de lanzamiento
del Salón Sur estuvieron presentes los integrantes del
comité ejecutivo del concurso, Antonio Fernández, director
de la Pinacoteca; Ricardo Brain, gerente general de El
Sur; Ricardo Hepp, director de la misma casa periodística
y Domingo Baño, director de Arte de la empresa.
Organizado
por diario El Sur, la empresa Petrox y la Universidad,
el Salón Sur contribuye, según Domingo Baño, a proyectar
el quehacer artístico de la región y el país. Las bases
para participar en esta quinta edición del Salón Sur se
publicarán el domingo 19 de mayo. El certamen concluirá
en noviembre con la premiación y la exposición de las
obras en la Casa del Arte, en coincidencia con el 120º
aniversario de El Sur.
Posteriormente
la muestra se exhibirá en el Museo de Bellas Artes en
Santiago, en la sala municipal de Valparaíso y otras ciudades
del país. El jurado nacional estará integrado por Milan
Ivelic, director del Museo de Bellas Artes; José Balmes,
premio nacional de Arte; el grabador Jaime Cruz y los
pintores Sammy Benmayor y Benito Rojo. El curador del
quinto Salón Sur Nacional de Arte será Antonio Fernández,
director de la Pinacoteca.
Otra
(autorretratos)
El
autorretrato, como referencia pictórica, es el tema que
aborda la artista C. Paz Castañeda en la muestra Otra
que fue inaugurada este martes en la Sala Universitaria.
Confrontando lo público y lo privado, Castañeda aborda
el tema del cuerpo en 20 óleos sobre tela a tamaño natural,
en esta exposición que fue ya presentada en los museos
de arte contemporáneos de Santiago y Valdivia.
Los
autorretratos (diez vestidos y diez desnudos) fueron concebidos
a partir del problema técnico que implica la traducción
pictórica de diversas materialidades, desde las distintas
calidades de la vestimenta hasta la representación de
la carne. La repetición obsesiva del formato (1.75x0.65
mts) y del modelo en el conjunto de obras termina diluyendo
la identidad específica de la autora, quien utiliza su
propio cuerpo como metáfora y síntesis de la mujer común.
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