Conocer los riesgos

La modalidad de trabajo esperada es que se reúnan en torno a una misma mesa científicos, empresarios, representantes de gobierno y también consumidores. “Por ejemplo, cuando se discuta acerca de los alimentos transgénicos nos interesa que esté sentado alguien de Greenpeace, de alguna de las empresas grandes, los representantes de gobierno y el resto de los consumidores. Que en esta discusión no sólo se diga estamos por o en contra de los transgénicos, sino que se diga yo estoy por la agricultura tradicional o no, pero discutiendo cuáles son los riesgos que ella produce y quién paga esos riesgos, lo mismo que quién paga los costos de la transgenia”.

Enfrentar este gran acontecimiento significa para la Región generar todo un desarrollo en las áreas de infraestructura hotelera, oferta turística, etc, para aproximadamente dos mil personas. Sin embargo, sostiene Zilic, el desafío para la Universidad es “extraordinariamente importante del punto de vista científico y de relaciones, no sólo para nuestra casa de estudios, sino también para el resto de las de la zona”.

Por ello, el viernes pasado se realizó el lanzamiento del grupo organizador a nivel regional para ir ya discutiendo cada uno de los temas, donde se planea reunir universidades, algunos institutos del Estado y otros privados para conocer sus necesidades y, esas propuestas, compartirlas con los directivos de distintos niveles que asistan a este Foro Mundial. “No sólo queremos tener estas reuniones formales sino generar una red de relaciones informales en la región para este evento”.