Continúa
la controversia a través de los medios de comunicación
sobre la oferta de nuevas carreras para el próximo año.
A
las voces que la semana anterior hablaban sobre la creación
de unas 60 carreras para el año 2002, la mayoría de las
cuales se abren en las universidades privadas, se suman
ahora las que levantan el tema de la adquisición de la
plena autonomía en las universidades privadas, y en especial
su preocupación por la oferta de nuevas carreras de medicina
y odontología.
Los
artículos aparecidos en los diarios recuerdan que la Ley
Orgánica de Educación señala que toda universidad que
goce de autonomía puede dictar la carrera que estime conveniente
sin mediar ningún requisito.
Los
medios están inquietos, y la opinión pública también,
porque el sometimiento a la Comisión Nacional de Acreditación
de Pregrado es voluntario, y sólo existe para aquellas
carreras que ya tienen profesionales titulados. Les preocupa,
entonces, que las nuevas posibilidades profesionales que
se ofrecerán no serán objeto de acreditación hasta al
menos 8 años más.
La
inquietud se hace presente cuando se habla de formación
relacionada con la salud de las personas, sin embargo,
en las palabras de la secretaria ejecutiva de la Comisión
Nacional de Acreditación, el tema es delicado independientemente
de cualquier carrera.
Las
universidades adscritas al Consejo de Rectores, y la nuestra
en particular, han iniciado el proceso de acreditación,
proceso que debería tender a la obligatoriedad para toda
la enseñanza superior de modo de producir la requerida
e indispensable transparencia en el sistema y así dar
tranquilidad a los jóvenes y sus familias respecto al
tipo de educación a la que van a ingresar.
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