La
polémica abierta en torno a los aranceles universitarios
para el año 2002 ha llamado la atención no sólo de la
comunidad universitaria sino del público en general.
Finalizada la reunión del Consejo de Rectores en la Universidad
Técnica Federico Santa María en Valparaíso, la semana
pasada la información emanada daba cuenta de los acuerdos
adoptados para hacer más eficiente la recuperación del
Crédito Fiscal, destacando especialmente la decisión de
descontar la cuota a los deudores por planilla o a través
de la declaración del impuesto a la renta, medida que
no tendría efecto retroactivo.
Sin
embargo, los rectores coincidieron en que no hubo acuerdo
alguno para congelar los aranceles de las carreras universitarias
para el próximo año aplicando un factor de reajuste aún
por definir, acorde con el inflactor presupuestario.
El
rector Lavanchy, en su calidad de vicepresidente ejecutivo
del Consejo de Rectores, ha sido enfático en declarar
que en la reunión nunca se acordó dicha materia puesto
que el organismo no toma acuerdos obre aranceles en forma
colegiada ya que dicha materia es parte de las atribuciones
que otorga la autonomía a cada institución.
Lo
que explicó el Rector es que está en estudio una propuesta
para fijar una arancel de referencia por carrera y universidad
destinado a servir de base de cálculo para los montos
que el Estado transfiere para créditos y becas, pero que
no dice relación con los montos que deben pagar los estudiantes
a cada universidad por concepto de arancel.
Existe
un compromiso de las universidades para el próximo año
en el sentido de realizar lo mismo que se hizo el 2001,
cubrir con recursos propios el aumento de créditos y becas
que se produzca cuando se efectúe un aumento de aranceles
por sobre el índice de precios al consumidor.
Las
universidades mantienen su autonomía en este sentido,
y la comunidad universitaria debe estar tranquilla porque
las autoridades velarán por mantenerla.
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