Cecilia Pérez Díaz
Superar la pobreza, tarea de todos
"El
problema de la pobreza es mucho más complejo de lo que
pueda evidenciar una encuesta como la Casen. Se hace necesario
reinventar las estrategias para superarla y generar mecanismos
de igualdad que hoy no están presentes".
Cuando
Norma Cecilia Pérez Díaz llegó desde Puerto Montt en 1985
a estudiar Servicio Social en la Universidad de Concepción
quedó maravillada con la imponente presencia del campus
universitario. Encontrarse con ese espacio abierto a la
comunidad fue para ella una experiencia que describe como
“extraordinaria”. Así, entre parques y aulas, esta Premio
Universidad (1988) y actual directora ejecutiva de la
Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza, desarrolló
su carrera profesional, compartiendo sus horas de estudio
con sus actividades artísticas. Recuerda con especial
afecto los años que formó parte del Coro Universitario,
su participación en las Semanas Musicales de Frutillar
y la labor siempre formadora del profesor Mario Cánovas.
“La
posibilidad que tuve de expresarme artísticamente en la
universidad fue muy importante para mí. Creo que la posibilidad
de desarrollo que ofrecen los espacios artísticos, cualquiera
sean ellos, es impresionante, particularmente en lo que
se refiere a la construcción valórica y a la solidaridad.
Yo tuve la oportunidad de experimentar eso y creo que
fue muy constructivo en mi formación personal”.
- ¿Qué aspecto de su formación universitaria ha tenido
mayor presencia en su vida como profesional?
-Lo
fuerte que fue para mí entender en la universidad la responsabilidad
que tenía o tendría como profesional. Entender que lo
que estaba haciendo en mi proceso de formación profesional
iba mucho más allá de satisfacer una expectativa personal
y familiar. Entender que esa responsabilidad tenía que
ver con otros, con muchos otros y particularmente con
una responsabilidad ciudadana con el país en el cual yo
estoy inserta.
-
¿Cómo ve la formación de las nuevas generaciones?
-
Me han preguntado muchas veces en muchas partes si soy
ingeniero comercial, si soy Sociólogo o cualquier otra
profesión, pero a nadie se le ocurre preguntarme si soy
asistente social. Creo que eso tiene que ver con que hoy
el perfil de las profesiones debe ser cada vez más diverso.
Las competencias que exige el mundo actual en cuanto a
la inserción profesional son totalmente distintas a las
que están diseñados en el perfil de cada carrera. Creo
que ahí hay un desafío para las universidades, y eso las
universidades mismas lo saben. El desafío es adaptar las
cosas que uno aprende e ir agregándole elementos, en eso
la formación continua es absolutamente necesaria. Uno
debe estar abierto a generar competencias para realizar
actividades para las cuales no fue formado, pero para
las que sí debe estar preparado.
Su
actividad en el mundo laboral siempre ha estado relacionada
con el área social. Comenzó a trabajar en el departamento
de Desarrollo Comunitario de la municipalidad de Concepción,
en mayo de 1989. En la entidad se mantuvo hasta 1994,
con una pausa en 1991 cuando viajó a Francia a cursar
una especialización en la Universidad de Burdeos. Entre
1994 y 1998 estuvo a cargo de un programa sobre evaluación
de políticas sociales de Serplac. Posteriormente fue invitada
a participar en un equipo de asistencia técnica y coordinación
temática en la Fundación Nacional para la Superación de
la Pobreza. Después de ocupar la jefatura de la dirección
de Estudios y Coordinación Temática de la Fundación, a
partir de marzo del año pasado se hizo cargo de la dirección
ejecutiva.
“Siempre
había dicho que nunca me vendría a vivir a Santiago. Yo
estaba muy feliz en Concepción; la VIII Región es una
zona a la cual yo quiero mucho, de la que aprendí muchas
cosas, y en la que viví momentos personales y profesionales
muy relevantes, pero atendí la invitación para ser parte
de un desafío nacional que me pareció relevante y que
me pareció de responsabilidad personal y profesional tomarlo”.
- ¿Cuáles son los desafíos de la Fundación?
-
Trabajar con la gente que vive en condiciones de pobreza
en una perspectiva participativa, dialogar con el Estado
en materia de políticas sociales en esta perspectiva,
convocar al mundo del sector privado en un enfoque que
involucra a todos, y trabajar estratégicamente con una
generación de profesionales, técnicos y futuras autoridades
públicas que hoy son profesionales jóvenes; transmitir
y poder instalar en ellos una visión participativa en
la que la experiencia vivida en su trabajo en la Fundación
le sirva para desarrollar una forma distinta de trabajo
profesional. Este es uno de los grandes méritos o activos
de esta institución, y es por eso que yo acepté el desafío
de venirme a Santiago.
- ¿Cómo recibieron los resultados sobre pobreza entregados
por la encuesta Casen?
- Siempre hemos dicho que la encuesta Casen nos parece
un buen instrumento de evaluación de políticas sociales,
pero bastante restringido para dimensionar la situación
de pobreza real de Chile. Creemos que la sociedad chilena
debe entender que la pobreza es un fenómeno mucho más
complejo, y abordarlo implica muchas respuestas distintas.
Definitivamente las responsabilidades son compartidas.
Involucra al Estado; al mundo privado, que es el que genera
la riqueza y tiene la posibilidad de distribuirla mejor;
y a las organizaciones sociales, que deben hacerse cargo
de su propia condición en aquello que le corresponde y
generar energía colectiva fortaleciendo su entramado social.
Erwin
Acevedo Ibáñez
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