De pequeño, allá en su Lebu natal, descubre el relámpago, y se
asombra con su luz cegadora, pero también con su sonido ensordecedor. Un mayor efecto le
produce la palabra relámpago, cuatro sílabas de pronunciación esdrújula que se
quedarían siempre en su imaginario del niño que sigue siendo hasta hoy. Porque 8 y 80
años es lo mismo, el cero no existe, explicará
Agradecido del homenaje, para qué falsas modestias-advierte- pero agregando que Dios
lo libre de convertirse en un figurón, el poeta Gonzalo Rojas salió de su refugio de
Chillán para asistir a la presentación oficial de "Gonzalo Rojas y el
relámpago" editado por la división de Cultura del ministerio de Educaciòn y que
contiene el ciclo de homenaje en torno a su figura y su obra, realizado en octubre de 1989
en la Casa del Arte de la Universidad. El texto fue presentado en la Biblioteca Nacional.
El especial agradecimiento del vate se centró en las personas de Claudio di Girólamo y
del rector, Sergio Lavanchy.
Rojas, organizador de las Escuelas de Verano en la década del 60, fue un adelantado en
el tema de la descentralización sin siquiera proponérselo, recordaría, al elegir la
ciudad de Concepción y no la capital del país como centro de eventos de enorme magnitud
y gran prestancia. Donde adultos y niños apresuraban sus pasos para ir a mirar o a
escuchar escritores como un Octavio Paz o un Alejo Carpentier "donde se disentía y
dialogaba, con un espíritu fresco, lozano y hondo"
Claudio di Girólamo, director de la división de Cultura y Pedro Pablo Zegers,
estudioso de su obra, comentaron el texto, ilustrado por Roberto Matta. La publicación
recoge las conferencias de especialistas de la obra venidos de Estados Unidos, México y
Alemania, además de ponencias de académicos reunidos en cuatro mesas redondas que
abordaron los temas "Del oficio mayor en Gonzalo Rojas"(La poética):
"América es la casa"(Intraexilio-exilio); ¿Qué se ama cuando se ama? (el
erotismo y "!Oh voz, única voz" (lo numinoso), presentes en la obra del Premio
Nacional de Literatura, Premio Reina Sofía, de España; Premio José Hernández, de
Argentina; y el Premio Octavio Paz, de México.
El libro se denomina Gonzalo Rojas y el Relámpago. Los mundos y las claves de la vida
de Gonzalo Rojas se encuentran en las palabras que cobran cuerpo y remiten al espíritu
mismo del poeta. Cada una de sus vidas está alumbrada por el relámpago, que con su luz
cegadora abre un nuevo y diferente significado sobre su poesía, siempre un referente
sobre sí mismo.