Un nuevo espacio de colaboración y apoyo a la educación rural
asumió el campus Chillán, al hacerse cargo de la capacitación de docentes y
coordinación del Programa Enlaces Rural en la provincia de Ñuble.
El punto de partida es un taller de habilitación tecnológica, con 14 profesores de 10
escuelas campesinas, integradas al microcentro Pan de Piedra, de la comuna de Cobquecura.
Para la sede también es el debut en el área de la informática educativa. Un hecho
significativo, señala su director, Alejandro Santa María, para quien esta iniciativa
potencia el trabajo que venían haciendo con unidades educativas del campo, aunque con un
enfoque distinto.
"El trabajo del Campus con escuelas rurales de la provincia de Ñuble tiene más
de tres años, bajo la fórmula de proyectos de mejoramiento educativo, que han
significado la incorporación de elementos de tecnología agropecuaria a los currículos y
capacitación de docentes, la mayor parte trasplantados de sectores urbanos a un medio
donde muchas veces sus conocimientos no son pertinentes ni suficientes para insertarse y
obtener los niveles de credibilidad y manejo adecuado", explicó.
Según Santa María, éste es un paso natural, ya que "siempre hemos sentido que
es pertinente que en la capacitación de los profesores de las escuelas rurales participen
aquellos que tienen una formación agrícola, que conocen sus particularidades".
El esquema con que ha venido trabajando la Universidad es muy similar al de Enlaces, de
modo que ahí hay un elemento de familiaridad para los docentes. "Se creó un
vínculo muy fuerte. Profesores de la mayoría de las comunas de Ñuble visitan
frecuentemente la sede; nos ven como socios colaboradores, de modo que hay una red
concreta y de confianzas que es muy importante", destacó el director del Campus.
Enlaces Rural contempla un cambio sustancial con el programa urbano. Por las
características de las escuelas, donde hay sólo uno o dos profesores, el trabajo es con
el docente y sus alumnos, distinto a las ciudades donde el esquema es de un laboratorio de
computación y varios maestros trabajando en grupos, explicó Mauro Chávez, académico de
la facultad de Educación y coordinador de Enlaces Rural, Centro Zonal Sur de la
Universidad.
Por su parte, Patricio Rojas, coordinador del proyecto, señaló que se trata de un
interesante desafío, no sólo por las dificultades que siempre hay que vencer para
incorporar tecnología en zonas alejadas, sino también por la misión de recoger la
necesidad de aprovechar el entorno. Allí, pertinencia es el concepto clave, precisó.
La capacitación a cargo del Campus Chillán contempla cuatro etapas de habilitación
tecnológica (julio y septiembre, y enero y julio del 2002), además de visitas
periódicas a las escuelas, donde se atienden necesidades de orden técnico y de
incorporación de la informática al currículo del establecimiento.