Se trata de un continente dedicado a las ciencias y a la paz. La
Antártica, con sus 14.5 millones de kilómetros cuadrados, convocó nuevamente a los
investigadores interesados en el estudio del continente helado en la Segunda Reunión
Chilena de Investigación Antártica que se realizó la semana pasada en la Universidad.
Declaración de
Concepción La
comunidad científica antártica nacional convocada por el Comité Nacional de
Investigaciones Antárticas a participar en la "II Reunión Chilena de Investigación
Antártica", Concepción 26 y 27 de julio, hace presente su gran preocupación por el
futuro de la actividad científica chilena, dado que la Política Antártica Nacional
-vigente desde Abril de 2000- no recoge dentro de sus prioridades el desarrollo
científico y tecnológico como uno de sus principales objetivos.
Lo anterior conlleva a una revisión razonada de la actual política
antártica, dando cabida a los científicos y sus organizaciones en la redefinición y
ejecución de estas políticas.
La comunidad científica antártica nacional, manifiesta que la
reducción de operaciones en la Antártica de la Fuerza Aérea de Chile, recientemente
divulgadas, no debe poner en riesgo la continuidad de la investigación científica
nacional.
Conscientes de la importancia que tiene el Territorio Chileno
Antártico para el país y la necesidad de optimizar los recursos, proponemos
concretamente desarrollar un Programa Antártico Nacional Unico, coordinado por una
instancia que asegure el desarrollo de la actividad científica en la Antártica.
Concepción, 27 de julio de 2001 |
Sin embargo, al concluir el encuentro, los 46 investigadores asistentes y algunos
alumnos participantes reclamaron por una mejor política de gobierno frente al valor
estratégico de la ciencia antártica, para lo cual elaboraron la "Declaración de
Concepción" (ver recuadro) y acordaron realizar acciones para lograr sostener una
investigación de "primera categoría" y, por lo tanto, conseguir apoyo interno
para hacer esa ciencia.
José Valencia, presidente del Comité Nacional de Investigaciones Antárticas, lamenta
la ausencia de apoyo estatal en las investigaciones antárticas, la que se ha visto más
restringida luego del anuncio de la Fuerza Aérea de Chile (Fach), uno de los principales
operadores de la Antártica (junto al Ejército, la Armada y el Instituto Antártico
Chileno), de que reducirá sus actividades en el continente por falta de presupuesto.
Esta situación se une a la paulatina pérdida de peso específico de Chile ante el
Tratado Antártico suscrito por 14 países que tiene como principal argumento para la toma
de decisiones el aspecto científico.
Firmado en 1959 y puesto en vigor desde 1961, el Tratado Antártico asegura la
continuidad de la cooperación científica entre las naciones y el uso pacífico de la
Antártica, garantizando la no militarización del continente, prohibiendo explosiones
nucleares y almacenamiento de desechos radiactivos y manteniendo las reclamaciones de
derechos territoriales sin alteración.
Desde 1991, año en que se extendió los términos del acuerdo de 1959 y se fijó una
moratoria de 50 años sobre toda actividad minera y petrolera, además de nuevas
regulaciones para la eliminación de desechos, la contaminación marina y la protección
de especies biológicas, son 14 los países signatarios, entre los que se cuenta Chile.
Foro de investigadores
José Valencia destaca que la Antártica es el único experimento de gobierno colegiado
para un continente que, además, está dedicado a las ciencias y a la paz.
Son tres los aspectos fundamentales en los que se fundan las investigaciones
antárticas: geológico (relativo al estudio de la tectónica de placas), biológico
(estudio de lagos subglaciales como el Vostok que se encuentra bajo 3 kilómetros de
hielo) y el cambio climático global con respecto al balance de masas en la Antártica.
Para Valencia, el objetivo de esta reunión era permitir que los estudiosos que
trabajan en estas investigaciones tengan foro y puedan conversar sobre qué hacer en el
futuro. En ese aspecto califica a la Declaración de Concepción como el resultado de una
preocupación sobre la actitud del gobierno chileno que se está modernizando y cada vez
entrega menos recursos a la investigación, menos a la relativa al continente helado, lo
mismo que la actitud de la Fach.
La Tercera Reunión Chilena de Investigación Antártica se realizará el año 2002 en
la Universidad de Chile; en tanto, el Segundo Congreso Latinoamericano de Investigaciones
Antárticas se realizará el año 2003 en la Universidad de Magallanes.
Aprender a ocupar el territorio
-Señor Valencia, ¿cuál es, a su juicio, el estado de las investigaciones antárticas
en Chile?
-Estamos en un período que más vamos hacia abajo que hacia arriba. Hay novedades, es
cierto, pero a nivel de toda la investigación antártica hay una contracción. Como los
recursos son escasos se hace menos investigación científica. Este país no quiere
invertir en educación, salud o investigación; creo que existe una distorsión muy
grande.
-¿Cuál es la importancia de los estudios antárticos?
-La clave de eso es la siguiente: los chilenos tenemos una muy mala manera de
relacionarnos con el territorio. No existe una política de ocupación territorial,
adecuada. Más del 50% de la población nacional se concentra en Concepción, Valparaíso
y Santiago; ¿por qué no ocupar la región polar? Oslo, la capital de Noruega, está en
la misma latitud que Shetland del Sur, por ejemplo. Si tenemos pretensiones territoriales
hay que hacer soberanía. Nadie ha contestado la pregunta acerca de qué es lo que quiere
Chile de la Antártica. Si decimos esta tierra es nuestra, tenemos que hacerla
nuestra. Creo que la Antártica es expresión de todo lo generalizado que pasa en el
país. Al gobierno le interesa que haya inversiones y para eso debe mantener una industria
macroeconómica y lo de la Antártica es marginal y la expresión de un problema más
profundo que afecta a todo el país.