La calidad de la enseñanza de pre y posgrado así como la
productividad científica son para el académico del departamento de Oceanografía,
Franklin Carrasco, las bases de trabajo de una facultad de ciencias. Y a esto ha apuntado
su labor como decano en Ciencias Naturales y Oceanográficas, los últimos tres años.
Pero en este cometido, los desafíos se renuevan día a día y, ahora, al iniciar su
segundo período en el cargo, Carrasco enfrenta nuevas metas para esta facultad, que
afirma- no es fácil de administrar. "Es una facultad muy heterogénea, que
tiene desde un parque botánico hasta una estación de biología marina, dos carreras y
una serie de posgrados", que reflejan la variedad de conocimientos que se generan en
los departamentos de Botánica, Oceanografía y Zoología.
Afortunadamente, para esta tarea, cuenta con un amplio apoyo: en la elección del 14 de
julio, Carrasco (único candidato) obtuvo el respaldo de 31 de los 43 votantes; algo que
considera paradójico, pues supera los votos que alcanzó en 1998. Por ello, asegura que
hoy su responsabilidad con esta facultad es aún mayor.
Los esfuerzos estarán dirigidos a mantener el nivel que ha mostrado la facultad en los
últimos años, que se refleja en la obtención de importantes fondos a través de
diversos proyectos, que le han permitido crecer adecuadamente a pesar de las restricciones
económicas de la Universidad.
Para Botánica, esto significa definir acciones que coadyuven al desarrollo creciente
alcanzado por el Departamento como resultado de la autoevaluación. El desafío en
Zoología, es iniciar este proceso, un tema que interesa a sus académicos "porque
estiman que ayudaría a cumplir de mejor forma sus planes de desarrollo
estratégico".
En el caso de Oceanografía ha habido un fuerte trabajo que le ha significado una
valoración como centro de excelencia tanto en el nivel nacional como internacional; sin
embargo según Carrasco- la falta de espacios continúa siendo una limitante para
sus funciones, a pesar del proyecto Mecesup, a través del que se construyó el edificio
adyacente a la facultad. El desafío, en este caso, es la consolidación, a la que
seguramente aportará en parte la firma (próxima) del contrato de autoevaluación.