Un financiamiento cercano a los 800 millones de pesos, provenientes del Fondef y el sector privado, tendrá el proyecto Desarrollo y optimización tecnológica de aceites marinos para incrementar contenidos de ácidos grasos de cadena larga(Omega 3) en carnes de ave, cerdos y vacunos, cuya dirección está a cargo de la facultad de Agronomía.

Su decano, Fernando Bórquez, destacó que la investigación, a 3 años plazo –en la que participan además la facultad de Medicina Veterinaria y el Instituto de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile- busca incorporar, en la dieta de los chilenos, estos ácidos grasos esenciales, que son componentes nutricionales que el cuerpo necesita para muchas funciones y que sólo se encuentran en semillas de plantas y aceites de peces de agua fría.

Factores como la tensión nerviosa, alergias, enfermedades y una dieta alta en alimentos fritos, pueden aumentar la necesidad nutricional de ácidos grasos esenciales.

Hay una serie de evidencias científicas que demuestran la importancia de los ácidos grasos insaturados de cadena larga (conocidos como omega 3) en la salud de las personas.

Se ha comprobado que en países como Japón, que tiene fuertemente incorporado el pescado en su dieta, la población posee una serie de características que potencian el coeficiente intelectual, a la vez que actúan sobre el buen funcionamiento cardiaco y la resistencia a enfermedades.

En Chile, los esfuerzos por aumentar el consumo de pescado y productos del mar no han dado resultados. En consecuencia, se impone la necesidad de buscar vehículos para incorporarlos a la dieta común (hay algunos lácteos que sí lo han hecho). En ese contexto nace este proyecto, donde precisamente los «vehículos» serán la carne de animales alimentados con este componente, explicó el decano de Agronomía.

La primera etapa del proyecto estará dedicado a la elaboración del producto, a partir de aceites de pescado. El desafío en esta materia apunta a desodorizar (eliminar olores) y estabilizar (es de rápida oxidación) y alcanzar un sistema de producción a escala industrial.

Los dos años siguientes, los esfuerzos se dirigirán a la incorporación del producto en la dieta de aves, cerdos y vacunos; pruebas con distintas concentraciones en los alimentos y la evaluación y análisis de su depositación en los tejidos animales.

Fernando Bórquez recordó que Chile es el segundo productor mundial de harina de pescado, de modo que la disponibilidad de aceite es muy grande; un dato no menor, ya que es esa disponibilidad y el impacto de esta iniciativa sobre la salud, lo que ha alentado al sector privado a integrarse a esta investigación.