Revista Panorama

CONCEPCION CHILE N. 409

JUEVES 31 DE MAYO DE 2000

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Editorial
exalumnos

Juan Carlos Retamal.
"El paso por esta Universidad es una experiencia que no he podido repetir"

"En mi opinión, un lugar con características importantes para el desarrollo de la física fuera de Santiago es Concepción, por el tamaño de la comunidad, la infraestructura y su medio".

Aunque llegó a la Universidad atraído por la electricidad, su pasión terminó siendo la Física; relación que lo ha llevado a ser el presidente de la Sociedad Chilena de Física.

En 1980 llegó de Talca Juan Carlos Retamal. Egresado de la especialidad de electricidad en un colegio industrial e influido por un grupo de amigos que le había hablado de la Universidad de Concepción, entró a estudiar Ingeniería Eléctrica, pero en 1983 se trasladó a Licenciatura en Física, de donde egresó en 1985.

-Era una época bastante especial. Yo llegué a un curso de 8 estudiantes y en los cursos superiores había 3 ó 4 alumnos; en total éramos como 15 en la licenciatura. De ellos yo fui el único que terminé dedicándome profesionalmente a la física; el resto o lo dejó o se dedica a la educación.

-¿Tiene algún recuerdo especial de esos años de estudios?

-De entre las personas más importantes y que influyeron en mi educación está Juan Rivera. Era un profesor excelente y muy motivador. Normalmente con él sólo éramos 2 estudiantes que teníamos clases habitualmente a las 8 de la mañana. Establecimos una relación muy estrecha porque él era muy paternal y cuando uno de sus alumnos no llegaba a clases o se atrasaba lo tomaba como una traición personal y suspendía la clase. También estaba Manuel de Orué, profesor que imponía un estilo de trabajo muy exigente y sistemático que me ha servido mucho en el desarrollo de mi trabajo. Otro profesor fue Paul Minnin, uno de los más antiguos y con el que se formaron todos los físicos desde la década del 70.

-En 1985 egresa, ¿cómo era realizar estudios de posgrado en esos años cuando el interés por las ciencias era tan distinto al de ahora?

-Ese año me fui a Santiago porque en ese minuto era moda realizar algún programa de posgrado en la Universidad Católica, y el 86 ingresé al magister en Física que se había creado hacía poco. En 1987 comenzó un programa de becas doctorales de Conicyt, al que postulé y gané para realizar mi doctorado en Física, en óptica cuántica. Ahí conocí a Carlos Saavedra (decano de la facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad), trabajamos en la misma área y nos doctoramos más o menos juntos.

-¿Cómo llega a la docencia universitaria?

-En esa época aún era difícil encontrar plazas permanentes para realizar investigación, por lo que me vi obligado a postular a un puesto universitario. En 1992 se abrió un cargo en la Universidad de Tarapacá y me fui para allá. Fue una experiencia interesante la que tuve en esos 2 años como docente de la cátedra de Física e investigación en óptica cuántica. Sin embargo habían pocas posibilidades de desarrollo así es que obtuve una plaza permanente en docencia e investigación en la Usach.

-¿Cómo ve el desarrollo de la óptica cuántica en Chile?

-Trabajamos en teoría ya que en el país es muy pequeña la comunidad que se dedica a esto: somos Carlos Saavedra, Luis Roa (de la Universidad) y yo, además existe otro investigador en la Universidad Católica. Esta es un área interesante y fundamental en la física, que ha tenido un gran desarrollo mundial en las últimas dos décadas. Acá no ha ocurrido lo mismo por lo pequeño de la comunidad.

-Sin embargo, la física parece tener importantes centros de desarrollo en la actualidad.

-Como presidente de la Sociedad Chilena de Física tengo un cuadro más o menos claro de esta especialidad. En el país existe una concentración muy fuerte en las universidades Católica, de Chile y de Santiago, y en provincias son dos los lugares que se distinguen: la Universidad Federico Santa María y la Universidad de Concepción. También existe gente que trabaja en otros lugares como en las universidades de Tarapacá, de La Frontera y, en Valdivia, en el Centro de Estudios Científicos. En mi opinión, un lugar con características importantes para el desarrollo de la especialidad fuera de Santiago es Concepción, por el tamaño de la comunidad, la infraestructura y su medio.

-¿Siente que ha aumentado el interés por estudiar física en estos últimos años?

-Sí, indudablemente. Y creo que será aún mayor gracias a los programas de divulgación del proyecto Explora y porque muchas universidades tienen programas permanentes de extensión, charlas, olimpiadas. Además hay más recursos. Los esfuerzos vienen desde hace años como las olimpiadas de física tanto regionales como nacionales; se trata de esfuerzos personales que han contribuido a acercar a los estudiantes a la física.

-¿Continúa manteniendo algún tipo de relación con la Universidad?

-Yo tengo una relación bien estrecha con la Universidad. Regreso todos los años, por lo menos un par de veces. Uno fue alumno y, ahora como profesional, se encuentra permanente con otros profesionales, estableciendo relaciones que van más allá de lo académico. El paso por esta Universidad es una experiencia que no he podido repetir, pese a que me correspondió estudiar en una época compleja. La Universidad tenía y sigue teniendo actividades culturales para estudiantes. Yo siempre viví cerca del Barrio Universitario que para mí era una especie de centro, con un ambiente muy especial. Esta es una universidad abierta, sin rejas, eso la hace diferente y es algo que las otras universidades no tienen.

Ximena Cortés