Veinte de sus 48 años vivió en Concepción este abogado y ministro de
Estado, hasta el año 90 cuando electo como parlamentario, se fue a Santiago. Hoy está a
la cabeza de la cartera de Agricultura y ejerce como profesor de Derecho Penal en la
Universidad de La República. Por 17 años fue acádemico de esta Universidad y ejerció
como representante del rector en Santiago hasta 1997. "Hoy no tengo vínculo
contractual, pero en lo afectivo me siento íntimamente unido particularmente con la
facultad de Derecho, ya que el espíritu que inspiró la creación y la existencia de la
Universidad de Concepción, ha estado muy presente en cada una de mis actuaciones".
Advierte que, desde estudiante, su vocación ha estado dividida entre el derecho penal
y el público. Eso explica que su vida laboral la haya compartido entre el ejercicio de su
profesión y la docencia en Derecho Penal, con el desempeño de determinados cargos como
el de parlamentario entre el 90 y el 94, dirigente político, vicepresidente
nacional de su partido y ahora ministro de Estado.
En este cargo, de gran responsabilidad, reconoce el legado universitario que intenta
aplicar. "En primer lugar, y como dice el lema por el desarrollo libre del
espíritu, o como lo señalaba el ex decano de mi facultad, Rolando Merino, la
Universidad está abierta a los cuatro puntos cardinales de la cultura y del conocimiento,
es decir mantener una mente abierta nos ayuda a enfrentar desafíos nuevos". Una
segunda característica -dice- es el sentido de la tolerancia y la tercera potenciada por
esta U. es entender que
Chile no es Santiago. "Hay otro Chile tanto o más
importante, que es el Chile de las regiones, y ese amor que tienen los penquistas por su
tierra, por la provincia de la que yo formo parte, es también una característica que la
tengo muy arraigada". Campos afirma que su desempeño como ministro le ha ayudado
mucho, ya que gran parte de la agricultura nacional se desarrolla precisamente en
regiones. "Por eso trato de mantener un vínculo muy estrecho con las provincias,
donde no solamente hay economía sino ideas, conocimiento, creatividad, innovación y una
forma quizás diferente de enfrentar la vida y los problemas. Ahora en el caso de la
Octava Región, su potencialidad agrícola es muy grande y ello se complementa con el
impulso que todo este año ha tenido la actividad forestal. En ella se expresa lo que es
la diversidad del sector silvoagropecuario pero con un agregado que desgraciadamente no se
da en otras regiones. Se ha entendido que no basta con producir o generar productos
primarios sino que hay que agregarles valor, por ende tenemos todo el proceso de
industrialización no tan solo vinculado con la agroindustria, también con la industria
forestal que hoy le permite tener niveles de crecimiento y desarrollo muy
significativos".
Académicos en el agro
El ministro reconoce en las universidades y los centros de investigación, una función
fundamental. "Si uno quiere promover el desarrollo agrícola, es clave seguir
invirtiendo en investigación, en innovación y en mejoramiento de gestión". A su
juicio, la experiencia en las dos grandes universidades que existen en la zona, la de
Concepción, centrada en Chillán, y la del Bío Bío, ha permitido consolidar los niveles
de desarrollo de la silvoagricultura que tiene la región. "Personalmente me he
preocupado de ir vinculándolas al Ministerio y por ello que distinguidos académicos de
la U.de C. hoy forman parte de los directorios de algunos servicios de investigación como
es el caso del Inia y el Fia".
Grandes profesores y amigos aún lo unen a esta ciudad que la siente como propia pese a
haber nacido en Constitución. "En Concepción no solamente estudié, sino que
trabajé, me casé, y nacieron mis dos primeros hijos. Sigo vinculado a muchas
instituciones en Concepción, de las que soy miembro activo. Gran parte de mis amigos
personales viven aún allá, por ende esa ciudad y la Universidad no me son ajenas.
También visito el barrio universitario ya que corresponde a una etapa muy hermosa de la
que tengo gratísimos recuerdos y que a veces echo de menos. Aquí también hay muchos
egresados de la Universidad, que trabajan en este ministerio, partiendo por mi jefe de
gabinete, Dionisio Faulbaum, que es egresado de Biología Marina. Algunas veces me echan tallas
de que he hecho proliferar la colonia penquista en el ministerio".