Está claro que este año, el sistema de Educación Superior está
sufriendo transformaciones que afectarán su futuro de manera profunda.
Por una parte, se avanza cada vez más en el reemplazo de la Prueba de Aptitud
Académica, que al cabo de tres décadas deja paso al Sistema de Ingreso a la Educación
Superior, Sies.
Los alumnos de enseñanza media, a partir de diciembre de 2002 deberán acostumbrarse
no sólo a esta nueva sigla, sino a la modalidad que ella encierra.
Las cuatro pruebas se están construyendo, y entre mayo de 2001 y julio de 2002 se
elaborarán las preguntas a partir de las sugerencias que envíen profesores de enseñanza
media. Cabe recordar que esta nueva modalidad mide conocimientos adquiridos en el proceso
de enseñanza aprendizaje.
Esta semana se informó que las primeras preguntas tipo estarán disponibles a mediados
de año en la red.
Todo esto implica para nuestra Universidad empezar a prepararse para la nueva forma de
admisión de los primeros años que ingresarán el 2003.
También afecta directamente al corazón del sistema universitario la reforma al
financiamiento para los estudiantes propuesta por el ministerio de Educación. A las
aprehensiones del Consejo de Rectores, que valora la iniciativa pero pide integrar
comisiones para hacer sugerencias, se suma el rechazo de 14 federaciones de estudiantes
-incluidas las nuestras de Concepción y Los Angeles- que califican la propuesta de
"privatizadora y mercantilista" y critican la falta de claridad frente al
proceso de acreditación de las universidades.
Está claro que este año, el debate en el seno de toda la comunidad universitaria
está comenzando, y la invitación para que los académicos los analicen en el seno de sus
facultades sigue abierta.