Complementar la formación profesional a través de la
promoción de actividades que ayudan al desarrollo cultural e intelectual es el propósito
del Programa de apoyo a proyectos estudiantiles en las áreas de arte, cultura y
deporte, de la Subdirección Académica Estudiantil del Campus Chillán.
En el marco de este programa, la Subdirección ya abrió un nuevo concurso, cuyo plazo
de postulación vence el 7 de mayo. Una comisión, integrada por el subdirector de la sede
y los vicedecanos de las tres facultades, resolverá el concurso, para dar a conocer los
resultados el 28 de mayo.
El subdirector del Campus, Sergio Recabarren, señaló que a través del programa se
entrega financiamiento o patrocinio a actividades de diversa índole, considerando incluso
el apoyo a estudiantes que participan en competencias deportivas, proyectos de ornato para
los hogares universitarios e iniciativas científicas. En sus 4 años de existencia, dice
Recabarren, el programa ha patrocinado el montaje de obras de teatro y ha destinado
recursos para la conformación de la Tuna Campus Chillán y un grupo de batucadas (quienes
han podido adquirir sus instrumentos); proyectos de extensión, como los operativos de
desparasitación de mascotas, y la realización de talleres de video y ciclos de cine
arte.
También a este programa se deben las colecciones de cds de música clásica
disponibles para los estudiantes en la biblioteca- y la adquisición de textos de la
literatura universal, algo que no había sido considerado en un campus dirigido al área
agrícola. "El presupuesto que tenemos para libros en el Campus está destinado a la
adquisición de textos de estudio, pero hay alumnos que también tienen interés por la
literatura".
La evaluación que Sergio Recabarren hace del programa es más que positiva. "Se
ha visto que hay una gran capacidad de generación de proyectos, con una gran diversidad
de temas y mucha imaginación". Por otro lado, agrega, se está cumpliendo con el
objetivo de contribuir al desarrollo de nuevas aptitudes en los estudiantes, a través de
una formación integral, "que ayuda a dar un carácter más humanista a una
formación que puede aparecer demasiado profesionalizante".
Lo más importante, a su juicio, es que "se trata de proyectos que no están
dirigidos, que nacen de los estudiantes y que surgen de las necesidades que ellos detectan
en su formación".