La expansión del sector de telecomunicaciones y el crecimiento del
área de servicios ha provocado un fuerte impacto en las ingenierías tradicionales; una
crisis que ha hecho que el interés de los jóvenes por estudiar estas carreras disminuya.
Esto es lo que, según José Antonio Jiménez -científico del área de Metalurgia Física
del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas de
Proyecto FondecytEl doctor José Antonio Jiménez
realizó una visita de dos semanas al departamento de Ingeniería Metalúrgica en el marco
del programa de cooperación internacional asociado al proyecto Fondecyt Desarrollo y
caracterización de aleaciones de base cobre endurecidas por aleado mecánico mediante
dispersión de polvos cerámicos.
Durante su estada en la Universidad, el investigador ofreció
algunas conferencias sobre pulvimetría y propiedades físicas de materiales para docentes
y estudiantes de posgrado, a la vez que trabajó en diversos ensayos y análisis y en la
redacción de artículos relacionados con el proyecto que dirige la académica Marta
López.
Las investigaciones tienen por propósito desarrollar nuevas
alternativas para el uso del cobre: en este caso, se trabaja en la fabricación de
materiales de base de cobre, reforzados mediante la dispersión de partículas finas de
cerámicas (boruros, carburos o nitritos). A través del aleado mecánico de polvo de
cobre y de cerámicos se busca obtener un material resistente para ser utilizada como
nuevos componente s semiconductores. |
España, Cenim - ha ocurrido en Europa en los últimos años, producto de la fuerte
reconversión industrial: en este escenario, hay profesiones que sufren un desplazamiento
en el sector productivo, dice, y advierte que, como hoy todo se reproduce en forma global,
ésta es una realidad que puede comenzar a vivirse en Chile en el corto plazo. Sin
embargo, afirma, se trata de fenómenos pasajeros, cuando se habla de las ingenierías
tradicionales.
-Hace un tiempo participé en una reunión en Alemania... La industria
metalúrgica alemana veía el futuro con preocupación; veían que no iban a disponer de
todos los ingenieros necesarios para seguir manteniendo el ritmo, ya no para crecer, sino
para mantener los números. Lo que ocurría es que había muy pocos interesados en el
estudio de la ingeniería y si lo hacían se iban al campo de las telecomunicaciones. Se
veía que, en unos años, habría un exceso de ingenieros en la parte
económico-empresarial e informática, y un déficit en las ingenierías clásicas y
tradicionales.
Aunque ya se ha pasado el punto más crítico y la industria comienza a estabilizarse,
Jiménez observa que aún no se produce un ascenso proporcional en el número de
estudiantes de ingeniería.
-Sucede que, hoy, la sociedad en que vivimos valora todas las profesiones en las que
se puede ser rico en cinco años y ya con 40, se puede retirar de la actividad. La tv
muestra los logros de Bill Gates y todo el mundo quiere ser Bill Gates y nadie se
identifica con el ingeniero clásico que se pone el casco y va a la mina o a una planta
industrial.
Desde el punto de vista del doctor en Ciencias Físicas de la Universidad Complutense
de Madrid, ésta es una imagen ficticia, porque la expansión del mercado de las
telecomunicaciones está llegando a su límite.
-El mercado de las telecomunicaciones ya está saturado y, de hecho, las industrias
tradicionales de aquí a un tiempo van a expresar una mayor demanda por personal
calificado, que haya cursado la ingeniería tradicional. Vale la pena seguir apostando por
este tipo de estudios. El momento es bueno: hay poca competencia, porque se ha venido
reduciendo...por mucho que queramos, los medios tradicionales de producción están ahí y
siempre van a existir.