Llega fin de año y, como es tradicional, la
mayor parte de las personas, de las familias y porqué no, de las instituciones, hacen un
alto en la jornada para realizar un balance de lo acontecido, y sobre esa base enmendar
rumbos y profundizar los logros.
El año 2000 fue diferente para el país. Comenzamos con elecciones de segunda vuelta-
algo inusitado para nuestra idiosincrasia- y luego que el Presidente de la República,
Ricardo Lagos, se hiciera cargo de la Presidencia, su primer gesto fue visitar Concepción
y reunirse con la ciudadanía al interior del Barrio Universitario.
Sin embargo, la crisis económica que venía afligiendo al país no se alejó tan
rápidamente como se esperaba, y ha sido un elemento presente durante lo que va de estos
366 días del año 2000, marcando la vida nacional.
Fue necesario -y en ese sentido la Universidad realizó un esfuerzo significativo-
aumentar los recursos destinados a Crédito Solidario más allá del suplemento entregado
por el ministerio de Educación para aliviar la aflictiva situación económica de una
gran parte del alumnado de nuestra casa de estudios.
En el ámbito de la investigación se mantuvo y en algunas áreas acrecentó el nivel
de concursos ganados, y por lo tanto sus respectivos flujos, permitiendo el
fortalecimiento de grupos de excelencia al interior de la Universidad.
Existió un perfeccionamiento constante a los académicos en técnicas y métodos que
permitan no sólo innovar sino mejorar la calidad de la docencia.
En él área de la extensión, uno de los grupos de mayor visibilidad, la Orquesta
Sinfónica, ha logrado un desarrollo significativo.
La Universidad está ubicada en un destacado tercer lugar a nivel nacional, de acuerdo
al ranking de la revista Qué Pasa (información en página 6). Sin embargo, no hay que
"dormirse en los laureles" y la comunidad debe seguir trabajando intensamente,
potenciando sus planes estratégicos y teniendo presente que, en el mundo competitivo
actual, hay que estar atento a las propuestas, avances y amenazas del entorno.
Con la tranquilidad de estos días, estamos invitados a revisar el año que termina y a
analizar los desafíos que presenta el 2001.