el Liceo
Enrique Molina. En seguida postuló sin vacilar y como primera opción a la U. de
Concepción en 1978.
Reconoce que su paso por las aulas de la Escuela de Derecho fue un anhelo prioritario
desde liceano, y lograrlo sin duda fue la base de su desempeño actual. Dentro de la U
encontró la riqueza intelectual que estaba buscando en docentes como Manuel Sanhueza
"un hombre lleno de valores y principios humanitarios muy grandes, un muy buen
ejemplo como profesor y como persona"; Daniel Peñailillo, Ramón Domínguez, Augusto
Parra, y muchos otros. "Don Telmo García, cómo no mencionarlo, profesor de Historia
del Derecho y una institución dentro de la facultad, con qué pasión enseñaba a los
alumnos de primer año los contenidos de la Historia del Derecho y la importancia de tener
siempre muy ligada toda la problemática jurídica al quehacer del hombre".
Figueroa egresa el año 63 y a través del Convenio Andrés Bello continúa sus
estudios en la Universidad Estatal de Cuenca, Ecuador, donde desarrolló su memoria en el
tema de la Pena de Muerte comparando la posición de un país contrario a la abolición.
"Fue una interesante experiencia el poder terminar mi carrera allá, conocer otro
país, su cultura y su legislación, tener la posibilidad de compararla con la nuestra en
ese tema".
Se titula a fines del 85 y regresa a ejercer en la Vicaría de la Solidaridad de
Valdivia junto al Obispo Alejandro Jiménez Lafebre hasta el año 92. "Dentro de los
procesos de mayor connotación me tocó la defensa en 1987 de la profesora chilena-alemana
Beatriz Brickmann, quien fue acusada junto a varias personas por la Fiscalía Militar por
supuesta infracción de ley de control de armas y de conducta terrorista, fue brutalmente
torturada por agentes de la Cni pero en esa defensa fue absuelta de todo cargo. Otro
proceso importante fue la exhumación e inhumación ilegal de 18 campesinos del sector
Chihuío que fueron asesinados en octubre del 73 por funcionarios del Ejército, el 90
presentamos la querella y actualmente el juicio que lleva el juez Guzmán ordenó la
exhumación de los restos para identificar a esas personas con pruebas de Adn y darle
tranquilidad a los familiares". En esos años fue amenazado de muerte en reiteradas
ocasiones y su oficina totalmente destruida en 1987. Pese al temor por su seguridad y la
de su familia siguió adelante en las causas impulsado por los valores que le inculcó su
madre, ya fallecida, pero a quien considera crucial en su formación valórica
Siguió trabajando para el Obispado de Valdivia como asesor jurídico y ejerciendo
libremente la profesión hasta que asumió como seremi en marzo pasado, siendo respaldado
en esta postulación por las organizaciones de derechos humanos y de numerosos
representantes de la Concertación.
"La Universidad marca a las personas, se aprende a quererla por todo lo que
significa, el espacio cultural y recreativo, es una Universidad que enorgullece. La
Escuela de Derecho es una de las mejores, con una exigencia académica a la altura de las
grandes universidades, con profesores de primer nivel que incluso con el tiempo han ido a
formar más al sur a otros profesores que recién lo están haciendo en la Universidad
Austral por ejemplo, hay toda una trascendencia de la U hacia la cultura jurídica del
país y ha sido nuy grato comprobar que en el ministerio de Justicia hay muchos abogados
que también son de la Universidad de Concepción.