Revista Panorama

CONCEPCION CHILE N. 395 

MIERCOLES 6 DE DICIEMBRE DE 2000

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Editorial
Micólogo alemán Roland Weber
Aplicaciones biotecnológicas de los hongos

* La investigación en esta línea ha unido a investigadores del laboratorio de Química de Productos Naturales del departamento de Botánica y el departamento de Biotecnología de la Universidad de Kaiserslautern (Alemania).

El combate de fitopatólogos y la degradación de compuestos tóxicos son algunas de las aplicaciones de los metabolitos secundarios, unos compuestos producidos por hongos que tienen la capacidad de inhibir el desarrollo de otros hongos para evitar la competencia dentro de un mismo ambiente.

La investigación en esta línea ha unido a investigadores del laboratorio de Química de Productos Naturales del departamento de Botánica y el departamento de Biotecnología de la Universidad de Kaiserslautern (Alemania) en un proyecto de colaboración apoyado por Conicyt y el Bmbf (ministerio de Educación, Investigación, Ciencia y Tecnología alemán).

Roland Weber.

A través de este programa, el laboratorio de Química de Productos Naturales –que dirige el doctor Mario Silva- recibió la visita del micólogo de la universidad alemana, Roland Weber. Durante su estadía en Concepción, el doctor Weber trabajó con estudiantes de la facultad de Ciencias Naturales -que realizan sus tesis en el departamento de Botánica- en la aislación de hongos desde sustratos naturales, en técnicas demostrativas de aislación y cultivo y sistemas de test de productos con actividades fungicidas, a la vez que estableció contactos con investigadores de áreas afines.

Weber explica que la investigación de los metabolitos secundarios constituye un buen ejemplo de la biotecnología aplicada. Así como pueden evitar la existencia de otros hongos, los metabolitos pueden inhibir la acción de insectos, hongos y nemátodos que atacan cultivos agrícolas y forestales.

En este momento se está estudiando la forma en que los metabolitos se presentan en ciertos hongos chilenos. El estudiante de posgrado de la Universidad, Pedro Aqueveque, está dedicado a la aislación y cultivo de estas sustancias a través de una pasantía en el departamento de Biotecnología de la casa de estudios alemana.

Allí, ya se ha logrado llegar a la comercialización de productos derivados de hongos como el strobilurin. Pero, según el especialista, esta es una tarea de largo plazo: antes de llegar al mercado, los derivados de los hongos deben ser probados en varias etapas, pues muchos de ellos son altamente tóxicos para animales y plantas, e incluso para el hombre.

Biorremediación

Además de su utilización en la actividad agrícola y forestal, los hongos pueden ser aplicados en la descontaminación de suelos. En el laboratorio alemán se investigó la degradación del trinitrotolueno, Tnt, un explosivo ampliamente usado en la II Guerra Mundial, cuya acción contaminante ha llegado incluso a las aguas subterráneas.

Weber explica que son dos los mecanismos para degradar el Tnt. Uno actúa a través de la modificación molecular, que es seguida de una reducción química. El proceso puede realizarse en el mismo suelo. El segundo –que sólo se logra en laboratorio- tiene relación con hongos especializados que estimulan a otros hongos para que ayuden a la mineralización de los compuestos a través del rompimiento de la estructura molecular.

Esta es un área que puede ser desarrollada en Chile para la degradación del pentaclorafenol, Pcp, uno de los químicos incluidos dentro de la "docena sucia", la lista de los 12 tóxicos de mayor peligrosidad y sobre los que existen una serie de restricciones en el primer mundo.

Según Weber, existen grandes similitudes en los mecanismos de degradación de Tnt y Pcp. En el caso del último -que en Chile se emplea para la impregnación de maderas- los hongos tendrían la capacidad de remover el átomo de cloro desde la molécula de Pcp, facilitando su descomposición.

En la actualidad, en la Universidad el tema está siendo tratado a través del proyecto Fdi, Desarrollo de una tecnología y sistemas de gestión para el tratamiento y manejo de aserrín con presencia de fungicidas, que encabeza Juan Carlos Carrasco, de la Udt, y en el que participan investigadores del laboratorio de Productos Naturales y del departamento de Microbiología. Weber planea establecer un programa de colaboración con estos organismos para avanzar en los estudios para la degradación de tóxicos.