Revista Panorama

CONCEPCION CHILE N. 395 

MIERCOLES 6 DE DICIEMBRE DE 2000

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Editorial
Producción limpia
Más gestión que tecnología

Al docente del departamento de Ingeniería Química, Claudio Zaror, le correspondió abrir las conferencias programadas para el encuentro con la exposición Conceptos generales de producción limpia. Según el Premio Municipal en Ciencias Aplicadas, el tema medioambiental se ha ido configurando lentamente en el nivel institucional, sin embargo aún subsisten ciertos errores conceptuales en cuanto a la forma que adquiere esta componente en el ámbito de la producción.

Los inicios de la preocupación por el medio ambiente parten por la conciencia que adquiere la sociedad, en cierto momento, sobre la finitud de los recursos naturales. En el sector productivo esto se traduce en limitaciones a sus procesos, que ha significado comenzar a funcionar dentro de un nuevo paradigma: el desarrollo sustentable, que predica el equilibrio entre el desarrollo económico y las limitaciones ambientales. A juicio de Zaror en los últimos años la mayoría de los países se han encaminado en una dirección más o menos correcta, que siembra expectativas en torno al logro de la sustentabilidad. "Hay un nuevo escenario nacional e internacional donde el criterio es que el elemento ambiental debe estar incorporado de manera tal que en lugar de transformarse en una carga pueda entregar beneficios".

Sin embargo, dice, en muchos aspectos, en la manera de abordar el problema en el sector productivo hay una tendencia a creer que el costo ambiental (sus implicancias sociales y económicas) es internalizado en el proceso y que la única posibilidad de minimizar los impactos en el entorno está supeditada a fuertes inversiones en tecnología.

El concepto de producción limpia, desde la perspectiva de Claudio Zaror, tiene que ver con una actuación preventiva en dos niveles: maximizando el uso de los recursos y minimizando las pérdidas y con la incorporación de la componente ambiental en el diseño de los procesos productivos (tema en el que, según el docente, además de la conciencia que debe existir en el sector, hay un rol fundamental de los ingenieros). En resumen, un razonamiento anticipativo ligado a una gestión integral de los procesos que debe tener como resultados una producción de calidad que incorpora la seguridad ambiental.

Una de las formas de producción limpia que adquiere cada vez mayor fuerza es la de las "tres erres": reducir, reutilizar y reciclar. Hoy existen diversas alternativas que permiten disminuir emisiones dañinas, a la que vez que se ha comprobado que es posible encontrar usos para algunos residuos luego que se ha terminado un cierto proceso.

De acuerdo a Zaror, algunas de las actividades productivas que hasta hace poco eran reconocidas como las más contaminantes han incorporado las tres erres en sus procesos. Es el caso de la industria celulosa y siderúrgica, que han logrado reducir las cargas contaminantes por la vía de utilizar, por ejemplo residuos gaseosos y líquidos, como energéticos y/o insumos, lo que a su vez, tiene repercusiones positivas en lo económico.

Según Zaror, estos son avances importantes, pero el desafío mayor en el esfuerzo por perfeccionar los sistemas que permitan validar cada vez más el concepto de producción limpia, pasa por un compromiso de todo el sector empresarial.

Y más allá de lo que ocurre en el sector productivo aún hay tareas pendientes en la motivación de las personas para internalizar lo que involucra mantener una relación equilibrada con el medio ambiente. Esto es una tarea de la educación ambiental, un área que –a su juicio- debe ser abordada con una perspectiva mucho más amplia que el mero hecho de estar integrada a un plan curricular.