Mientras el país se
mostraba conmovido por las crudas imágenes transmitidos por los canales de televisión
capitalinos acerca de la experimentación en laboratorios de una universidad de Santiago,
se encontraba en nuestra casa de estudios, la doctora Pilar Vinardell Martínez-Hidalgo,
fisióloga, profesora de la facultad Farmacia de la Universidad de Barcelona, España,
especialista en toxicología, quien, invitada por la facultad de Farmacia, dictaba un
curso sobre "Métodos alternativos al uso de animales en el laboratorio" a
estudiantes de pos y pregrado de esa unidad académica.
En realidad, las imágenes fueron impactantes. Mostraban un monito sometido a una
intervención en la que no cabía duda ver y comprobar el sufrimiento del animal.
Nada mejor entonces que aprovechar la visita de la especialista española para conocer
la situación actual del uso de animales en la experimentación de laboratorio.
"La ciencia experimental ha logrado una serie de avances mediante el uso de
animales para comprobar una serie tipos de compuestos, señala la doctora Vinardell. El
uso de animales como modelos de experimentación viene desde muy antiguo. Toda la
descripción de la circulación sanguínea, por ejemplo, ha sido con animales. Ha sido la
manera de poder ir viendo cómo se comporta y cómo funciona el cuerpo humano, de qué se
compone, mediante la disección en cadáveres, pero, realmente, para llegar al
funcionamiento era imprescindible el uso de animales. En aquella época no había otros
medios".
- ¿De qué época estamos hablando?
Diría que no se detiene el uso de animales. En Inglaterra salió una ley, en 1876 que
quería, básicamente, proteger a los animales en experimentación. Eran conscientes que
se estaban utilizando animales, pero era necesario protegerlos, cuidarlos y que sufrieran
lo mínimo. Desde esa fecha ya se quería reglamentar todo esto. Los ingleses siempre se
han caracterizado por ser un pueblo que se han preocupado mucho de los animales. Tal vez,
en esa cultura en el año 1959, dos científicos ingleses, uno microbiólogo, William
Russel y el otro zoólogo, Rex Burch, escribieron un libro que hablaba de la
experimentación animal y la idea era que fuera lo más humana posible, que el animal no
sufriera. Y fueron los primeros que propugnaron lo que se denomina el "Principio
de las tres erres", que significa: Remplazar, Reducir y Refinar.
Pero, ¿qué quieren decir con esas palabras? Remplazar los métodos clásicos donde su
usan animales por otros métodos donde no se usaran animales. Reducir: reducir el número;
si en un experimento se utilizan 20 animales y se puede hacer con 10, mejor. En la
actualidad, existe una cantidad de métodos estadísticos y la computación, que no se
necesita experimentar con tantos. Y la tercera R es la de Refinar: con ello se quiere
decir refinar las técnicas de manera que el animal sufra lo menos posible.
- ¿Hay una evolución en el reemplazo y uso de animales?
Bueno, clásicamente los más utilizados en laboratorio son ratas, ratones, también se
utilizan perros según el tipo de estudio, genéticos, por ejemplo. Algo más conflictivo
es cuando hablamos de los monos usados en estudios más de comportamiento, porque se
parecen más al hombre, entonces, el cerebro se espera que sea más parecido al humano,
pero en proporción los más utilizados son la rata y el ratón, indiscutiblemente.
Millones de animales se matan en todo el mundo sólo en estos campos.
- ¿Cuáles son las disciplinas científicas más favorecidas con la
experimentación en animales?
Toda lo relativo a antibióticos. Se ha obtenido una gran cantidad de medicamentos, se
han conseguido vacunas con animales y todo lo que tiene que ver con los trasplantes.
Aquellas primeras prácticas que hicieron los cirujanos, las pruebas las hicieron con y en
animales. Y continúan sirviendo, pues, a nivel de cirugía, ligar vasos, escisiones,
conocer la anatomía del mamífero, muchas veces trabajan con perros, cerdos se utilizan
bastante en estos casos. Han aprendido mucho los cirujanos en animales como modelos.
Por sus características similares a las humanas, los monos han sido
utilizados desde siempre para experimentos científicos.
Por otro lado, están los que se oponen al uso de animales y aducen que muchos
experimentos que han sido eficaces en animales, no lo han sido en humanos. Estos son los
riesgos, sin embargo, así hay doble postura de aquel que es muy defensor del animal y no
lo quiere utilizar a raja tabla; y la postura del que no, que se pueden buscar y utilizar
métodos alternativos, entre los cuales me considero yo, pero que en última instancia
alguna prueba en animal la vamos a tener que realizar.
- ¿Cuáles son las fuentes alternativas?
Básicamente son el cultivo celular, mucho cultivo a partir de células humanas, de
cualquier tipo. Una de las más utilizadas es la de hígado, pues una gran mayoría de
medicamentos se metabolizan en él y una manera de estudiar la posible toxicidad es cómo
se metabolizan en el hígado.
- ¿Estas son en condiciones de laboratorio?
En efecto, sin embargo, todas estas pruebas reproducen muy bien lo que sucede con el
hígado completo porque las células mantienen sus propiedades.
- ¿Estas células se obtienen de seres humanos vivos?
Sí. Normalmente son extraídas a partir de quirófano, cuando se tiene que hacer una
biopsia, se utilizan éstas. Y han de estar en perfectas condiciones. Y cualquier otro
tipo de células, se pueden cultivar perfectamente. Por ejemplo hay cultivos de células
de fibrolacto, de piel o de córnea, que serían todos los métodos para usos cosméticos,
todo lo concerniente a la piel, el ojo para testar posibles efectos irritantes en animales
primero y luego en humanos.
En la actualidad todo lo que va a cosmético tiene prohibido el uso de animales.
Comporta en tales y cuales circunstancias un medicamento y sus interacciones. Así se ha
recurrido a voluntarios, por ejemplo protectores solares. Rayos ultravioletas. Cada vez el
cultivo celular puede servir para estudios preliminares pero antes de pasar a la fase
clínica, para terminar de confirmar, todavía se requiere una experimentación en animal.
También la tecnología ayuda bastante. Se han creado simuladores, que lo hacen
bastante bien para la cirugía, en modelos. Existen diferentes programas de computación
que se basan entre la relación de la estructura química-actividad. Del momento que se
tiene una molécula, la naturaleza de los tejidos y de las membranas se conoce con mucho
detalle, entonces, se puede saber cómo se comportan.