Invitado por el departamento de Microbiología de la facultad de
Ciencias Biológicas, el profesor de Higiene y Sanidad de la facultad de Farmacia y
Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, Juan Moretton, dictó el curso
internacional ADN y ambiente a los alumnos de posgrado del área biológica.
¿Cómo
se aborda este problema ADN y medio ambiente?
El Adn es la molécula que tienen las células en su interior y que codifica toda la
información necesaria como para hacer un individuo, esto es, todo ser vivo, expone el
doctor Moretton. Y por tener codificada toda la información es una molécula muy
particular y muy valiosa para los seres vivos y para el ecosistema que la conserva, la
protege y la repara.
Las alteraciones que pueden inducirse en esta molécula son a partir de compuestos
hechos por el hombre o compuestos naturales que también pueden producir alteraciones y lo
que modifica es quizás el capital más valioso: nuestra información genética. Si ésta
se altera, podemos sufrir daños de distinta consecuencia. Los más conocidos son la
aparición de tumores, cánceres de distintas especies; defectos de nacimiento que se
conoce como teratogénesis, (de teratos, mostruo, generar mostruos) y otras afecciones
como envejecimiento prematuro, arterioescloesclerosis que está relacionada con efectos en
el Adn; problemas de inmunidad que puede estar relacionado con efectos sobre la molécula
de Adn. Todo ello es una alteración de mucho peso y, por lo tanto, hay que tratar de
proteger el medio ambiente, saber cuáles son los compuestos que lo alteran y saber cómo
hace uno para evitar contactar o evitar volcar estos compuestos.
¿Cuáles son las intervenciones más nocivas: las que provoca el ser humano
en forma directa o las que se producen por cambios en las especies?
Creemos que con los adelantos tecnológicos hay substancias que ha fabricado el ser
humano que son peligrosas, pero no son las que están habitualmente en el ambiente.
También hay una capacidad de las substancias naturales de alterar el genoma. Debe haber
una combinación entre las dos. Yo no quiero decir con esto que es el humano el
responsable de lo que vaya a pasar.
¿Cuáles son los productos naturales y cuáles otros serían los que están
amenazando?
Uno muy conocido es la alteración de la capa de ozono que está permitiendo la llegada
de radiación ultravioleta al suelo terrestre, ésta altera el material genético y
produce cáncer de piel, principalmente. Otro menos conocido tiene que ver con la dieta,
con los compuestos que uno consume. Se ha detectado gran cantidad de mutágenos y
carcinógenos en muchos productos. Uno de ellos está en las carnes cocidas, en la parte
que se pone negra cuando uno la cocina en la plancha o la parrilla . En esa parte se
transforman los aminoácidos y produce mutágenos altamente efectivos, y nosotros
consumimos habitualmente este tipo de carne.
¿Pero está comprobado?, pues vemos como en su país se consume bastante
carne y tal vez en esas condiciones; sin embargo, los cifras no parecen indicar mayor
incidencia en la población.
Sí. Hace ya tiempo que científicos japoneses aislaron los compuestos y se sabe que
están en una proporción alta en la superficie de esas carnes. En realidad, el hecho que
la gente viva hasta edad más o menos avanzada es nuevo. Hace 50 años, el promedio de
edad era, 45 ó 50 años. Eso fue así durante toda la historia de la humanidad. Hubo
épocas en que la gente no vivía más allá de los 30 años. Entonces, el cáncer es un
fenómeno que tiene un tiempo de latencia muy largo. Desde que uno se expone a las
substancias y aparece el tumor pueden pasar 20 ó 30 años. Nuestros ancestros no tenían
cáncer porque morían jóvenes en su mayoría. Primero, no se sabía muy bien de qué se
morían, pues no había anatomía patológica, no había formas de diagnóstico. Segundo,
en los últimos 50 años, las gentes llegan a edad más avanzadas y por eso nos interesan
estos problemas crónicos, no son agudos, son crónicos, tiene que pasar el tiempo antes
de que se manifiesten. Y tercero, hay mejores medios de diagnóstico, detectamos en forma
mucho más temprana la aparición de tumores y sus soluciones. La casuística de cáncer
en Argentina es alta, relativamente alta, no sabemos bien cuáles son los factores, pero
debe haber factores combinados.
¿Y con respecto a los factores genéticos en el cáncer?
Ha habido una controversia sobre si hay mucha incidencia genética en el cáncer. Creo
que está perdida la pelea de si hay propensión genética al cáncer. Me parece que no
existe ninguna razón para ello; existen variaciones de hábitos.
Pero hay más. Hemos hablado de las carnes, pero los vegetarianos no se salvan, porque
en los vegetales tenemos residuos de pesticidas. Hay pesticidas naturales y pesticidas
artificiales. Los vegetales desarrollan, para protegerse, pesticidas naturales; por
ejemplo, todas las esencias y los aceites esenciales que nosotros conocemos son, en
realidad, pesticidas y algunos de ellos son tóxicos. La esencia del clavo por ejemplo
tiene compuestos que son tóxicos, pues la planta no los desarrolló para que nosotros los
usemos como condimentos sino para defenderse de sus predadores. Y después está lo que se
agrega desde el punto de vista humano cuando se compone un alimento. Bueno, esto tiene que
ver mucho con lo cultural, como se preparan los alimentos.
Creo que a pesar de todo, la cultura tecnológica de estos últimos 50 años dio como
resultado una expansión notable de expectativas de vida. Los chicos que nacen hoy tienen
expectativas de vida de 70 años o más que contrasta con la que se tenía hace 50 años
que era la mitad. Dimos un salto muy grande. Esto quiere decir muchas cosas. La primera
más importante es que eliminamos enfermedades como las infecciones; ésas eran las que
mataban más gente. Y la segunda, quiere decir que hemos dado un ambiente lo
suficientemente favorable como para que el lapso de vida se alargue y quizás por eso
estamos viendo este tipo de cosas, pero no son cosas que no tengan solución.