En una polémica a través de los medios de
comunicación, en la cual nuestra Universidad no tenía interés alguno en participar, se
ha transformado la discusión sobre el uso de campos clínicos en nuestra región.
Como se recuerda, el comité que se creó para la creación de la Universidad de
Concepción, tenía dos funciones primordiales, lograr la existencia de una casa de
estudios superiores para atender a los alumnos de la zona sur del país y fundar un
hospital que solucionara las carencias de salud de los habitantes de la actual
intercomuna.
Los logros llegaron en etapas diferentes, en 1919 se decide abrir los primeros cuatro
cursos universitarios, y sólo un año después se ratifica el otorgamiento de la
personalidad jurídica por parte del gobierno central y en 1943 se termina de construir el
Hospital Clínico y en 1968 entra en funcionamiento Las Higueras en Talcahuano.
La historia de la facultad de Medicina de nuestra casa de estudios está íntimamente
ligada al desarrollo de ambos centros asistenciales. El aporte ha sido mutuo. Los
servicios de salud han autorizado las prácticas docentes en los campos clínicos, y al
mismo tiempo se han beneficiado de la asistencia de los médicos de nuestra casa de
estudios quienes han aportado sus conocimientos y experiencia en el tratamiento de los
pacientes.
Pero no sólo es historia la que liga a la Universidad con los centros. Existen en la
actualidad convenios vigentes con estos dos servicios que regulan la relación docente
asistencial en sus aspectos más variados.
Los convenios que datan desde la década del 80, y que han sido perfeccionados en
diversas oportunidades resguardan no sólo los intereses de la Universidad sino que velan
por la debida protección a los enfermos, teniendo presente la dimensión ética que debe
considerar el bienestar de los enfermos y su adecuada protección.
Sobre los requerimientos de alguna otra Universidad para utilizar los mismos campos
clínicos en que los alumnos de nuestra casa de estudios desarrollan la relación docente
asistencial, la Universidad de Concepción ha planteado básicamente lo siguientes: que
existen otros hospitales en la región en los cuales hay disponibilidad para que otras
universidades puedan generar sus propios espacios clínicos, sin afectar las actividades
que por mucho tiempo viene desarrollando nuestra Universidad en el Hospital Higueras y el
Hospital Guillermo Grant Benavente.
Un segundo aspecto dice relación con la necesidad de tener resuelto el tema de los
campos clínicos al momento de crear una carrera de medicina por parte de alguna
universidad. Esta situación debe ser analizada y regulada por las instancias que velan
por el desarrollo de la educación superior: Consejo de Rectores y Consejo Superior de
Educación, para evitar que se sigan produciendo estos problemas en el futuro. La
autorregulación voluntaria no parece en esta materia- ser una solución adecuada y
es necesario legislar sobre el tema.
Finalmente, no son razones históricas solamente las que nos llevan a reclamar el uso
exclusivo de los campos clínicos en los hospitales mencionados. Se trata de la necesidad
de proyectar las relaciones futuras, de analizar las inversiones relacionadas con los
avances tecnológicos, de mejorar la formación de nuestros alumnos teniendo presente los
intereses de la Universidad y el debido respeto por al calidad de vida de los pacientes de
estos hospitales.