El anuncio de una alianza para mejorar el sistema de crédito universitario hecho por la Ministra de Educación Mariana Aylwin al concluir el Consejo de Rectores celebrado en Antofagasta abre una esperanza a los problemas que han enfrentado las universidades y sus alumnos durante estos últimos años.

Las diversas posiciones de las universidades se hicieron sentir con fuerza en la reunión en el Norte. Nuestra casa de estudios hizo ver que algunas universidades, dentro de las que nosotros nos contamos, creen que el modelo de asignación de los fondos castiga a las universidades que son más eficientes en la recuperación del crédito.

Tema complejo, en las palabras del Rector en conferencia de prensa la semana pasada, porque si bien es cierto que hay universidades como la nuestra que están generando cerca del 50% de lo que debiera recuperar anualmente; hay universidades como lo reconoció la propia jefa de educación superior que recuperan el sólo el 10%.

Las autoridades de la Universidad de Concepción han dicho además que hay que independizar a los estudiantes del efecto de la recuperación, porque los alumnos independientemente de las universidades que estudien deben tener acceso al crédito en función sólo de su situación socioeconómica. Se debe solucionar, y el plazo de cuatro meses anunciado por la Ministra deberá abordar este aspecto, el problema de cómo considerar la eficiencia de las universidades en la recuperación del crédito. Sin por otro lado producir situaciones como que en algunas universidades reciben el crédito alumnos con una mejor situación socioeconómica de otra universidad con otra que no lo tiene.

No se puede castigar a las universidades que son eficientes con la aplicación de este modelo. Hay que recordar que el crédito es solidario, y que su recuperación implica entrega de fondos para nuevos alumnos. Es un préstamo que la sociedad otorga, para que nadie quede fuera por razones socioeconómicas, como lo dijo el Presidente de la República.

La declaración de la titular de Educación en el sentido que es necesario agilizar el aparato administrativo y la focalización del Fondo Solidario en aquellos alumnos más necesitados, para mejorar su distribución a partir del 2001, y evitar de este modo los déficit y escasez de recursos registrados hasta este año, abre un camino de solución parcial.

Las medidas de carácter administrativo, como procurar que los alumnos llenen con anticipación el Formulario Unico de Acreditación (Fuas), con el fin de adelantar los plazos que actualmente rigen -cercano a abril- para hacer llegar estos antecedentes al Ministerio de Educación, son un mecanismo de solución.

La comunidad universitaria debe estar consciente que sus autoridades velarán, en este proceso de discusión, por asegurar que sus alumnos estén debidamente protegidos en las modificaciones que se realicen al sistema.