Para las alumnas de quinto año de la carrera de Obstetricia y Puericultura de
nuestra Universidad, uno de los ramos más importantes y decisivos de su perfil
profesional es Formulación y Evaluación de Proyectos, que puede ser realizado en
cualquier área en que las alumnas deseen desarrollar su profesión.
El grupo de internos que participó en el proyecto posa junto a
sus monitoras
Un grupo de 4 estudiantes decidió arriesgarse y optar por el área social, muy poco
difundida como campo laboral para las matronas.
Cecilia Alarcón, Ana Cecilia Alfonso, María Eugenia Olivares y Yanira Lobos
trabajaron con los reclusos del Complejo Penitenciario El Manzano, realizando un taller
interactivo de formación de monitores en enfermedades de transmisión sexual y Sida.
El objetivo: estos monitores deberán difundir sus conocimientos, al resto de los
reclusos, a través de diversos programas y cursos, como una forma de prevención de estas
enfermedades a un grupo de alto riesgo.
Durante el mes que duró el taller, 20 reclusos hombres, entre 18 y 65 años,
conocieron las diversas ETS, su prevención, su diagnóstico y sus medidas de prevención.
Para elegir el grupo de trabajo más adecuado se consultó a las autoridades del centro
y a algunos profesionales del área de la salud.
El grupo elegido fue el módulo 10 de varones. Se trata de reclusos que han cometido
delitos por primera vez. Este grupo, además, manifestó su deseo de participar en el
taller debido a que tenían conocimiento previo sobre el tema, a través de charlas
educativas realizadas por la obstetra del centro.
Para las alumnas de Obstetricia, el proyecto resultó todo un éxito, ya que no sólo
trabajaron para aprobar su ramo sino que además se les abrió una nueva posibilidad de
campo laboral que reporta tantas gratificaciones como la labor tradicional de las
matronas.
Cada una de ellas manifestó su emoción por el gran compromiso y responsabilidad de
los "estudiantes", quienes demostraron grandes capacidades de análisis y
estudio.
"Nosotras les entregábamos el material correspondiente a una clase pero nos
pedían más para estudiar durante la semana", expresó una de las alumnas; "los
reclusos tienen mucho tiempo libre, el cual podría ser utilizado para su formación
personal y futura rehabilitación y nosotras les ayudamos a rehabilitarse".
El martes 13 culminó el taller con la ceremonia de graduación y premiación de los
monitores, quienes se comprometieron a trabajar para fomentar la prevención de las
enfermedades de transmisión sexual dentro del complejo penitenciario.