Avances en cultivo de la navaja Tras
una investigación que permitió recoger información científica para sentar las bases de
una tecnología para el cultivo de la navaja o huepo, el departamento de Oceanografía y
el Ifop dieron inicio al proyecto Fondef El cultivo de la navaja (Ensis macha): una
alternativa viable para el sector productivo nacional.
A través de él se espera consolidar los avances del primer proyecto -ejecutado entre
1997 y 1999, también con apoyo de Fondef- a través del que se logró determinar el ciclo
reproductivo, época de desove, talla de primera madurez y tasas de crecimiento anuales de
esta especie que, en España y los países asiáticos, se comercializa en conservas bajo
el nombre de espárrago de mar.
Estos conocimientos permitieron el desarrollo de la tecnología para la producción de
semillas a nivel experimental: acondicionamiento de reproductores, inducción del desove,
cultivo larval y poslarval. Toda estas etapas se cumplen bajo ambiente controlado. Al
llegar a 5 mm, las semillas son llevadas al medio natural hasta alcanzar al cabo de
un año- la talla juvenil (5 cm); apta para comenzar el cultivo de engorde en piletas para
obtener individuos de tamaño comercial (12 a 14 cm).
La directora del proyecto, Irene Lépez (departamento de Oceanografía) dijo que ésta
es una de las etapas menos conocidas del desarrollo de la navaja y a la que se dedicará
mayor esfuerzo en la investigación.
Además de lograr la transferencia de la tecnología de cultivo al sector productivo,
el proyecto se abocará a la obtención de cultivos, a nivel piloto, desarrollando las
etapas de engorde en sistemas suspendidos (en medio natural) y en piletas (ambiente
controlado).
El proyecto es desarrollado en los hatcheries de la Estación de Biología Marina de
Dichato y del Ifop, en Hueihe (Ancud) y cuenta con el apoyo de cuatro empresas asociadas:
la procesadora y exportadora de navaja, Pesquera Messamar, donde se experimentarán los
cultivos en pileta; Redes Ebh, que será la encargada de llevar a nivel masivo el diseño
y construcción de los sistemas de crecimiento suspendido ideado por los investigadores, y
las empresas de cultivos marinos Gercas y Calbuco, en cuyas concesiones serán probados
los sistemas suspendidos de engorde.
El proyecto tiene un costo total de 380 millones de pesos y se extenderá hasta octubre
del 2001. |