Con la revisión de los principales puntos del Plan de Desarrollo
Estratégico de la facultad y con la certeza de que éste generará los cambios necesarios
para el cumplimiento de sus metas y aspiraciones, el decano de la facultad de Medicina,
Octavio Enríquez, evocó los 76 años de vida que su repartición universitaria celebró
el miércoles 26 de abril.
En la ocasión, el decano destacó que a través de sus 76 años de trayectoria la
facultad ha superado con creces las expectativas, pero los nuevos tiempos vuelven
necesario cambios más trascendentales y profundos. Es por ello que, luego de un trabajo
intenso y participativo, se obtuvo un plan estratégico de lo que se requería en la
facultad en todas sus áreas: estudiantil, académica y administrativa y se diseñaron las
acciones concretas que se implementarán para que en el año 2003 se hayan cumplido los
objetivos.
En la ceremonia, a la que asistieron autoridades universitarias y del ámbito de la
salud, se dio inicio al año académico 2000 con la charla inaugural "Las reformas de
salud en Chile: rol y desafío para las universidades" dictada por Vicente
Valdivieso, presidente de la Comisión Nacional de Calificación de Especialidades
Médicas, Conacem.
Reconocimiento por su entrega
Como forma de expresar afecto y gratitud por la entrega realizada a la facultad en los
últimos 30 años, el decano, en nombre de profesores, estudiantes y administrativos, hizo
un emotivo reconocimiento a Juan Donoso Muñoz, Vera Wilhelm Perelmann, Luis Vielma
Bustamante, Lya Cid Recabarren, Gladys Hurtubia Urbina, Alicia Becker Henríquez,
Margarita Stuardo Nuñez y Francia Etcheverry Matamala, profesores y funcionarios que
culminaron sus actividades universitarias.
La reforma requiere de un cambio cultural
Una posición integradora presentó Valdivieso en su conferencia. Reuniendo las
diversas versiones existentes acerca de la reforma de salud en nuestro país, planteó los
cambios culturales que se requieren para la correcta implementación de un cambio.
No es fácil comenzar una renovación, especialmente cuando se contraponen versiones
tan extremas, pero lo importante, expresó, es que el cambio cultural necesario en Chile
comenzó hace 10 años y ha avanzado considerablemente desde entonces.
La velocidad de las transformaciones en todas las esferas ha sido muy profunda y ha
tocado el área, cambiando el concepto de salud a nivel del público. Ahora es un bien
positivo que debe ser asegurado y protegido y toda la sociedad está consciente de ello.
Se suma a esto, que el concepto de formación médica también ha cambiado, aunque lo
más importante, según Valdivieso, es que ha habido una mejoría en el sector público de
salud, la cual ya no es ineficiente para los recursos económicos de que dispone.
La aparición de una nueva ciencia es el último aspecto que destaca el médico. Ha
aparecido una ciencia propia de la medicina clínica: la epidemiología clínica, de igual
seriedad y fundamento que cualquier ciencia básica.
El alto impacto que esta nueva ciencia ha provocado a escala mundial, radica en que
está basada en pruebas y permite medir cada una de las acciones que se realizan, su costo
y su beneficio. Esta valoración y evaluación económica es el cambio cultural, recalca,
imprescindible para una reforma en el sector.
Aun con estas bases ampliamente consensuadas, existen ciertas debilidades y resquemores
que limitan la concreción de esta reforma y que se refieren a las diferencias entre el
sistema público y privado de salud principalmente en cuanto a una protección y cobertura
inadecuada, la falta de equidad, la ineficiencia, el centralismo, la falta de integración
entre los dos sistemas y la falta de regulación en el sector.
Para solucionar los problemas, Valdivieso plantea soluciones desde 2 caminos. El
financiamiento, explica, debe provenir del estado, a través de impuestos generales
mediante los cuales se logre que todos los chilenos tengan seguro y cobertura universal en
salud. Por otro lado, otorgándoles mayor autonomía a los establecimientos de salud
pública y privada, se descentralizaría el sector.
Por otro lado, en el ámbito profesional, en el que las universidades juegan un rol
trascendental, también es necesario un giro, ya que la reforma requiere profesionales que
dentro de su formación incluya la especialización, con énfasis en especialidades
holísticas, con internados electivos y con programas de postítulos con condiciones
técnicas eficientes.
Por último, expresó, para implementar la reforma es necesario que las universidades
comiencen con su tarea lo antes posible, y así llevar a cabo el proceso desde uno de sus
pilares.