La Unidad Productora de Semillas Bentónicas de Dichato
podría convertirse en una de las alternativas de suministro de materia prima para
pescadores artesanales que realizan cultivos de moluscos en la zona. Este fue el tema
analizado en la reunión que el rector Sergio Lavanchy, el decano de Ciencias Naturales y
Oceanográficas, Franklin Carrasco; el director del departamento de Oceanografía, Ciro
Oyarzún, y la encargada de la Unidad Productora, Irene Lépez, sostuvieron con el senador
Mario Ríos, el diputado Aroldo Fossa, el director de Sernapesca, Tirso Poblete, y
representantes de los pescadores de Dichato, Coliumo, Lota y Llico, agrupados en el
Consorcio Mares Arauco.
Los parlamentarios solicitaron el respaldo de la Universidad a la actividad de los
pescadores, que iniciaron cultivos a través de Profos ya concluidos- mediante la
entrega de semillas generadas en la Unidad Productora de Dichato.
Irene Lépez manifestó que la preocupación de los parlamentarios se debe a los altos
costos de la materia prima que los pescadores adquieren en la IV región- en
relación a los rendimientos en los cultivos. El transporte y el mismo proceso de
adaptación durante los cultivos generan una mortalidad de semillas cercana al 30%. Esto
podría superarse con el uso de semillas producidas en la región que, de acuerdo a las
experiencias de las investigaciones lideradas por Lépez, han arrojado tasas de
supervivencias cercanas al 99%. "Es una semilla de mejor calidad, con mayores tasas
de crecimiento y de mejores condiciones genéticas".
La Unidad tiene capacidad para producir hasta 6 millones de semillas anuales
actualmente está en condiciones de generar semillas de ostiones y ostra japonesa, y
más adelante, de navaja y choro zapato- lo que, según Carrasco, implica una complejidad
tecnológica importante, el concurso de especialistas profesionales y técnicos, que
involucran costos significativos. Por ello, afirma que es necesario establecer mecanismos
que permitan, por un lado, obtener los recursos necesarios para iniciar el cultivo de
semillas a un nivel comercial y, por otro, acuerdos que definan las condiciones del
suministro de la materia prima a los pescadores, entre los que podrían considerarse
convenios de beneficio mutuo; aspectos que seguirán en estudio por parte de los sectores
involucrados.