Revista Panorama

CONCEPCION CHILE N. 371 

LUNES 8 DE MAYO DE 2000

----------------------------------------------------


Anunciamos
Titulares
N£meros Anteriores
Buscar
Editorial
Trabajo social, una nueva disciplina

Luego de la visita del docente argentino Natalio Kisnerman al seminario- taller "Trabajo social, identidad y especificidad profesional", realizado el 26 y 27 de abril en nuestra Universidad, los nuevos enfoques respecto al servicio social cobraron mayor importancia.

Desde hace varios años existe un grupo de docentes del departamento que se adhiere al movimiento de reconceptualización del trabajo social, que ostenta a Kisnerman como uno de sus exponentes.

El profesor Mario Quiroz es uno de ellos. Trabajador social y docente de la Universidad de Concepción, Quiroz es también profesor de posgrado en la Pontificia Universidad Católica de Lima y sus cátedras se basan sobre una sola idea: transformar el trabajo social en una "disciplina, implicando su operar tecnológico y su adherencia al pensamiento complejo, definiéndola, en definitiva, como una profesión compleja y transdisciplinaria". Compleja porque intenta abarcar la globalidad de la problemática social, y transdisciplinaria, porque pretende sobrepasar las fronteras del conocimiento parcial creando un lenguaje sistémico y codificado para todas las disciplinas.

Esta nueva postura, explicó Quiroz, reivindicatoria del trabajo social, ya se está practicando en otros países latinoamericanos como Colombia y México y tiende a transformar la visión del trabajo social como una tecnología social, predominante en la década de los setenta, a la de una disciplina que involucre el operar tecnológico, pero que se base en la creación y producción de conocimiento.

Innegable para el profesor Quiroz, es la relación que debe existir entre el servicio social y el pensamiento complejo, ya que éste se aleja de las visiones positivistas, reduccionistas, parcializadas y simplistas de la realidad, enfocándose en perspectivas más holísticas y construccionistas que desafían los criterios de verdad, universalidad y objetividad.

Para Quiroz es imprescindible entender que el trabajo social es sobre todo una profesión humana, en la que no existe una sola verdad ni la objetividad por tantos ansiada. Es necesario que se comprenda que el objeto de estudio del servicio social es la problemática social y es imposible que el trabajador social no se involucre en ella como ser humano.

Este nuevo modo de entender el trabajo social, muy personal y no representativo del pensamiento del departamento, como recalcó el profesor Quiroz, le devuelve la real importancia a la carrera de servicio social, ya que este aporte a la investigación y al conocimiento sienta las bases para que esta carrera se constituya en licenciatura, anhelo de varios docentes del departamento.