La actividad económica en la región, durante 1999, estuvo fuertemente
influida por la recuperación de la demanda externa, lo que permitió una positiva
evolución de las exportaciones, principalmente del sector forestal.
Así lo aseveró Miguel Angel Quiroga al presentar la síntesis de la coyuntura
económica regional, durante el lanzamiento del Informe Económico Regional,
correspondiente a abril de este año.
La publicación pertenece al departamento de Economía de la facultad de Ciencias
Económicas y Administrativas, y ya exhibe su año número 14 y 35 ediciones.
Previo análisis de la realidad regional, se presentó la trayectoria y las
proyecciones de la economía nacional, donde se sostuvo que el 2000 será un año de
recuperación económica que se orienta a una trayectoria gradual para alcanzar los
niveles de los años pre crisis. Para este período se espera un crecimiento del Pib
nacional cercano a un 6%, sustentado por las trayectorias esperadas de crecimiento
mundial, crecimiento del comercio y precios de los commodities.
Con respecto a la actividad regional, Quiroga señaló que el fuerte crecimiento del
sector forestal influye sobre la industria manufacturera y de la madera; también presenta
un gran auge en la industria del acero.
Agregó que factores que determinan la actividad económica regional han sido la veda
del jurel y la escasez de precipitaciones, que ha influido sobre el sector eléctrico.
Esta menor generación eléctrica, en tanto, se ha visto compensada con una mayor
generación térmica.
Quiroga señaló además que este escenario ha influido sobre las tasas de
desocupación, que han aumentado por un incremento de la gente dispuesta a trabajar y por
la disminución de los puestos de trabajo. Esta mayor desocupación se vio prácticamente
en todas las provincias de la región, siendo más impactante en Ñuble.
Con respecto a las proyecciones señaló que en el 2000 la región del Bío Bío
debería crecer entre un 3.5 y un 4.5%, con una paulatina disminución de las tasas de
desocupación. Entre los factores que deberían influir en esta realidad, Quiroga
mencionó una normalización del régimen pluviométrico que influya en el sistema
agropecuario y en la producción de energía. La escasez del jurel, en cambio, seguiría
influyendo negativamente en la economía regional.
Por último dijo que, aunque la región sistemáticamente está creciendo, lo hace a un
ritmo inferior que el resto del país.