ESTUDIO EN SCIENCIE REVELA
EVOLUCIÓN DE LA CORTEZA
TERRESTRE ANTES Y DESPUÉS DEL 27/F
El 27 de febrero Chile se convirtió en
un laboratorio vivo para el estudio
de los llamados megaterremotos.
La existencia de distintos tipos de
instrumentos de alta tecnología,
midiendo el movimiento del
terreno antes, durante y después
del terremoto, permitió a la
comunidad científica contar con
valiosa información de base para
entender mejor la dinámica de los
grandes terremotos y sus efectos
sobre la corteza terrestre.
Por eso se dice que éste ha sido
el evento más estudiado de la
historia.
En abril, un equipo de 30 científicos
de Chile, Argentina, Perú, Estados
Unidos y Francia entregó una nueva visión del terremoto del 27
de febrero, luego de procesar una
serie de observaciones geodésicas.
Los resultados del estudio -que
logró determinar, entre otras
cosas, el lugar exacto en que se
inició el megaterremoto y cómo se
produjeron los deslizamientos a lo
largo de la falla- fueron presentados
en el artículo El megaterremoto de
Maule (Chile Central) monitoreado
por GPS.
“Esta es la primera vez que podemos
observar el inicio del ciclo (el
momento de la ruptura)”, señala
el docente del Campus Los Ángeles
de la Universidad de Concepción,
Juan Carlos Báez, quien fue parte
del equipo científico responsable
del estudio publicado en Science.
Y se hizo “con precisión de un
par de milímetros”, midiendo los
movimientos de las estaciones de
GPS.
A través de observaciones
registradas por diversas estaciones
GPS (sistema de posicionamiento
global), los investigadores
describieron el ciclo sísmico en 3
etapas: inter sísmica (entre dos
sismos, por ejemplo entre 1835
y 2010); co-sísmica (cuando se
produce el terremoto, durante 2
minutos), post sísmica (en el que
se produce el efecto de relajación
o desaceleración tras el evento,
durante un par de años). “El registro
del co sísmico en las estaciones GPS
nos permitió inferir la distribución
del deslizamiento en la zona de
ruptura”, agrega el especialista en
ciencias geodésicas.
Combinando datos sobre los
cambios en el nivel de la tierra y
modelos sobre las deformaciones
de la corteza en las fases co y post
sísmica, el estudio determinó que
el terremoto rompió una porción
de 500 kilómetros de largo en la
zona de subducción, entre los 38.2
y 34ºS, y con profundidades de 5 a
45 kilómetros, y que corresponde
casi exactamente con la zona de
mayor acoplamiento de las placas
detectado en la etapa inter sísmica
(desde el terremoto de 1835).
Las mediciones confirman la
estimación de la magnitud del
evento, de 8.8; pero corrigen
la localización del epicentro, situado en un inicio frente a las
costas de Cobquecura, según la
información preliminar del Servicio
Sismológico de Estados Unidos. Los
nuevos datos, lo trasladaron 40
kilómetros al suroeste, frente a la
desembocadura del Río Itata.
De acuerdo a la información
procesada, en el período co sísmico
los máximos desplazamientos
en la ruptura (de 15 metros) se
distribuyeron en dos partes situadas
en los extremos de esa zona y
separados por un área de bajo
deslizamiento –de unos 4 metroscercana
a los 36.5°S, que es donde
se re localizó el epicentro.
Chile es el lugar en que por
primera vez, se ha registrado con
GPS la evolución del movimiento
de la corteza antes y durante el
megaterremoto.
Esto fue posible gracias a la
existencia de una red de marcas
geodésicas y a la instalación,
en la última década, de GPS de
alta tecnología que registran el
movimiento en forma continua y
que, con datos diarios, permiten
conocer las transformaciones
diarias que experimenta la corteza
terrestre.
Así, el estudio muestra que
a lo largo de la costa se
produjeron alzamientos y
subsidencias (hundimientos) con
desplazamientos horizontales de
grandes porciones hacia el oeste. El
máximo alzamiento se registró en
Nº24, AGOSTO 2011
la punta de la península de Arauco,
alcanzado 1.8 metros; mientras que
el mayor movimiento horizontal se
produjo en Constitución que se
desplazó 4.7 metros hacia el oeste
respecto a su posición previa al
sismo.
“Los resultados son relevantes en
la comprensión de la respuesta
que tiene la corteza terrestre
ante la presión de la placa Nazca
bajo la Sudamericana, esto con
vías a descubrir cómo el sistema,
compuesto por ambas placas, se
carga (inter-sísmico) y se descarga
(co sísmico)”, señaló Juan Carlos
Báez.
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