El fin de 2010, año que quedará en la
memoria de todos los chilenos, es un momento propicio
para reisar el desarrollo de la investigación
en la Universidad de Concepción.
El comienzo no fue auspicioso. Más bien el panorama
era desolador y las grandes pérdidas en la facultad
de Ciencias Químicas y en la Estación
de Biología Marina de Dichato hacía suponer
un estancamiento de la producción de conocimiento
en nuestra casa de estudios.
Esta edición da cuenta de la recuperación
que se vivió en todas las disciplinas.De ello
una muestra son los siete proyectos Fondef adjudicados,
que abarcan áreas de energía y agua; pesca
y acuicultura; manufactura, salud, y ciencias agropecuarias.
El valor de la investigación de calidad realizada
en la facultad de Ciencias Químicas ha sido reconocido
a nivel nacional e internacional. Prueba de ello es
el compromiso del Estado de entregar 2 mil 454 millones
de pesos a la reconstrucción del edificio, lo
que se suma a los aportes hechos por entidades nacionales
e internacionales que permiten estimar que la nueva
construcción estaría en funciones a comienzos
de 2013.
Por otra parte, en el Concurso de Bienes Públicos
para la innovación y el fortalecimiento de capacidades
para la reconstrucción, destinado a las regiones
y comunas más afectadas por el terremoto y tsunami
del 27 de febrero, se obtuvieron recursos para tres
proyectos: abastecimiento no convencional de agua potable
desde las lagunas urbanas; obtención de agua
para consumo humano y de riego a partir de agua de mar
y cultivo del choro araucano en la región del
Biobío. Todos ellos responden a problemas que
se hicieron visibles de manera urgente durante el cataclismo.
Prueba de que el trabajo científico retomó
su ritmo es la publicación que ha tenido resonancia
mundial. Se trata de la resolución de un problema
de la astrofísica que estaba pendiente desde
hace medio siglo. Académicos del departamento
de Astronomía lograron medir la masa de una estrella
variable Cefeida, con una precisión de 1%. Ello
fue publicado en Nature.
Los golpes no lograron abatir al área de Oceanografía.
Organizado por la Universidad se efectuó en Santiago,
con la asistencia de un centenar de investigadores,
un simposio sobre el Census of Marine Life. Con esta
actividad se cerraron 10 años de investigación
de este estudio destinado a realizar un inventario de
todas las especies oceánicas. Por otro lado,
la facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas
inauguró las nuevas dependencias del departamento
de Oceanografía y Centro Copas que albergan a
laboratorios de todas las áreas de la disciplina.
La maduración de la pesquisa se reflejó
ampliamente en las conmemoraciones de los Centro Eula
y de Biotecnología que cumplieron 20 y 5 años
respectivamente. Las páginas de esta edición
pretenden mostrar la capacidad de resiliencia de los
académicos e investigadores de esta casa de estudios
y ser un estímulo para continuar la tarea con
nuevas fuerzas en 2011.
La Directora.
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